Voces del
corazón
que corren
presurosas,
jadeantes,
jubilosas,
con alegría y
con inocencia.
Se gestan en lo
profundo
y van creciendo
despacio
hasta hacerse
oír,
son las
voces que llevan al amor prometido
y como aire
nuevo y fresco
nos inundan
todo nuestro mundo interior.
Voces del
corazón risueñas,
románticas,
sensuales,
hacedoras de
candelas aromáticas
que con
ágiles trazos y cristales policromos
nos hacen soñar
con la entrega total y única
al ser que
esperamos.
Voces del
corazón,
motivos
de vida
para entre
ensueños hacer versos
con toques de
amor
para que
la vida vibre, fluya,
porque el
amante es amado
como un
afluente del gran fluido
que es el estar
hoy aquí
en este orbe
infinito.
Voces del
corazón,
con amor de
misterio
que me han
dejado suspendida
en el no saber
escucharlas,
sentirlas, para
oír la melodía de la vida
con su ritmo y
compás.
Voces del
corazón,
que me llevan a
quererte
en el alto
riesgo de perderte y tiemblo,
porque la
felicidad está ya muy cerca
y desde mi
corazón se la oye venir
en su gran
marcha subceleste hollando nubes.
Voces del
corazón que me hablan,
me susurran que
yo ya soy de mi amado
su destinada
presa
y suya me
siento antes de nuestro encuentro
y como un cisne
blanco y puro
me deslizo
suavemente en el lago de la vida
esperándolo a
él, el dueño de mi destino
que me hará
estremecer
con un gran
temblor de crepúsculo y amanecer
porque viene
derecho a mí
con desatada
prisa
para quebrarse
en mi cantil.
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