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jueves, 19 de marzo de 2015

Juntos en la senda


Juntos en la senda,
recorremos desde la colina del nardo
irradiando el fulgor
que seca las fuentes del llanto.

Juntos por siempre aún en la lejanía,
juntos en las sendas limpias,
mis tristezas te llevas,
mi llanto,
eres alegría y junto a tus palabras
con sonrisas vas haciendo de a poco
una vida con colores brillantes y límpidos.

Nuestro amor es como un anochecer
y un despertar juntos,
impregnado con nuestra piel
con la suave y cálida brisa
de un nuevo día.

Juntos en la senda,
haciendo un hueco con la eminente
llegada de la luz,
soy voz al fin,,.
hermosa y amada,
pura y descansada,
pudiendo confundir mi mirada
con mil estrellas fugaces
tocando una eterna melodía inolvidable
salvándome del olvido.

Juntos en la senda,
murmullos silenciosos nos rodean
y como secretos de la noche
nos unen en un todo de anhelos.

Juntos en la senda,
en la eminente llegada de la luz,
somos dos voces unidas
afinadas y sincopadas,
puras y límpidas.

Juntos muy juntos sin olvidos ni inquietudes,
el amor es el secreto de los siglos
en receso que va dibujando
su invisible rocío cósmico
en los atardeceres temporales del espíritu
y las palabras con sonrisas abrazan
nuestros mundos profundos y luminosos.

Juntos bordamos una red de oro
en forma de soneto
y al escribir las palabras de amor más sentidas
como teje la ingeniosa araña su obra de arte
para convertirla en fuente de su sustento.

Juntos en la senda,
estábamos unidos pero no nos veíamos,
nos percibíamos en noches de secreto
que nos unían,
nos enseñaban.

Somos dos seres únicos
porque aún en la noche
nuestras miradas se cruzan
con un atisbo intenso de amor.

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