¡Cómo duele no saber nada de ti,
Ni una carta, una noticia,
desapareciste en la nada sin siquiera enfrentar la verdad
aunque fuera feroz, terrorífica, sádica!
DUELE
Mi corazón esta fatigado, agitado,
sin poder casi respirar,
esta es la cuarta carta que te escribo
y lo hago porque pienso que estas a mi lado
respirando dormido, con tus cabellos perfumados
y tu tez morena
DUELE
Estoy clavada en la sitio en el que te deje de ver,
No daré un paso más,
Necesito noticias tuyas.
Aunque me hablabas día y noche
nada dice ya tu palabra ultima,
fue aquella que yo te oí como en susurros sin eco.
Días seme rinden de tanto buscarte
Recorro rumbos para encontrarte
Y verte una vez tan solo.
Nunca cumplirás mas años para mi
Que pasaran por el cuerpo completos los almanaques.
DUELE
el tiempo siempre te estará aguardando
en el minuto siguiente
y esté en el que te tengo yo,
tu eres una fecha sola.
Contigo era vivir hacia atrás.
DUELE
No tenerte entre mis brazos ni una carta tuya,
ya no importa escribiré cartas a otras amores perdidos
y quizás alguno me responda
porque ya no me olvidó,
desde la lejanía de cielos y mares.
Prefiero estar entre sofoco de mescolanzas,
tristeza, melancolías, el silencio
no quiero oír tu voz nunca más.
DUELE
El silencio es una pampa de hielo,
Un humo congelado sin olor a combates.
Un perfume que estuvo.
Un color que exprimió sus gamas de colores.
el acto revelado que duele
con lágrimas como un manto de agua
saltarina e inquieta, es un veraz espejo
de lo que yo fui antes de conocerte.
DUELE
La palabra, nuestras palabras, entendiéndonos
De una vez por sí mismas nunca más.
Fui por ti amasada con sólo
dos ingredientes
siempre y nunca.
DUELE
No quiero saber más de ti
no golpees mi puerta, nunca te abriré, ilusionista,
mantenedor de sueños te crees el todopoderoso
señor TIEMPO y no eres nadie ni nada.
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