Aquí estoy viviendo,
añorando tu presencia,
anhelante en la espera,
oyendo tu voz muy queda.
Aquí estoy hundiéndome muy
despacio,
con la satisfacción clara en
mi rostro
porque sumergiéndome,
buscándote en mi interior
voy hacia un final cierto
que es encontrarnos.
Aquí estoy,
puerta virgen para estrenar
el todo
hacia el paraíso de amarnos
hasta el fin.
¡Y aquí estoy feliz!
¡Aquí estoy amando!,
con miedo,
temblor en mí, inmóvil,
en busca de la felicidad
que está ya cerca.
¡Aquí estoy!
¡Te espero!
Ya estás conmigo,
se acelera su curso la
sangre
y en un latir poderoso
parece castigar mi corazón.
Nuestras almas vibrando
en unísono canto
enlazan sus ritmos
en nuestros sueños de amor
con el lírico trino del
rumor
del arroyo que canta
y el suspiro levísimo
que me llegó desde mi alma.
¡Aquí estoy contigo al fin!
Plenos de amor
los ojos nos besamos el alma
y un invisible abrazo
rubricó nuestra unión,
transparencia de cielo,
vaporosa ilusión,
pureza fecunda,
fue germen de ternura
que se arraigó en mi alma
y en mi corazón.
¡Aquí estoy
con mi bagaje de sueños
y tú a mi lado!.
Como tiembla la hoja en la
rama
y al pasar por la brisa
proclama,
así tiembla mi ser que te
ama
cuando tu alma a mi alma
reclama.
¡Aquí estoy
mirándome en tus ojos!
y al igual que las nubes
se trisan en mil copos de
nácar,
mi pudor se irisa en tu
abrazo
y se quiebra en un ansia de
amor
que me sofoca.
¡Aquí estoy
consumiéndome en llamas!
¡Aquí estoy dispuesta a
amar!
Soy ya tuya antes de tu
llegada,
esperando la dicha con mis
ojos abiertos
plenos de ternura
y mis labios despertando
sonrisas
entre luces soñadas llegadas
al fin.
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