Dolor
y desesperación,
mi
corazón destrozado entre ríos de sangre,
que
busco inútilmente porque ya no estabas a mi lado.
Inútil
que te busque y te persiga.
Debajo
de la piel de mis sentidos,
tu
pisas nuestro amor ya destruido.
Esta
carta de amor nunca leerás,
pero
la infamia de tu engaño,
te
perseguirá hasta el fin de tu vida.
Supongo
que la vida te habrá golpeado,
tras
la cruz del remordimiento.
No
seria sincera si te deseara un mínimo del dolor,
igual
al que me dejaste.
Dolor
y desesperación,
eras
tú el sabor de mi vida.
pasa
un aire domado por donceles,
ramas
verdes que cercan mi sosiego,
pasa
un viento en mis labios,
que
al despego ya ha guardado tu nombre en mi cofre.
recuerdo
la planta de tu pie acariciando mi pierna
y
la dulce potencia se tu brazo abrazándome toda,
sigo
añorando el rosicler de tus mejillas cálidas y tiernas
y el subir de tu cuello a mi costado.
Y
a pesar de tu larga ausencia te nombro en mi sueño,
rememorando
el aroma de tus manos,
acariciando
mi cuerpo.
Dolor
y desesperación,
Tiemblo
sólo con recordarte,
mi
cuerpo anhela tu cuerpo junto al mío,
susurrándome,
despacito, suavemente,
palabras
que yo escuchaba embelesada y
estremecía,
de placer y gozo.
Necesito
recoger tu imagen primigenia que inquieta,
la
vigilia de mis ojos
y
respirar contigo el aire que tallaba tu presencia,
que
ahora es tan sólo ausencia.
Naciste
al son de mis deseos,
viola
de amor, altar en Citerea.
A
lo lejos vislumbro tu perfil,
modelado
en blanda cera y tu cuerpo cincelado,
en
nácar verde.
Dolor
y desesperación,
¡Ay
que dolor y tristeza,
me
encierran en una envoltura,
transparente
donde mis dolores,
mis
pesares, mis penas,
mi
llanto inunda todo mi derredor!
¿Por qué me dejaste sola,
a
mí, a la que más te amo en la vida
y
nunca jamás nadie te amara como yo?
Esta
carta es para ti, como todas las otras,
nunca
la leerás porque quedare impresa,
en
el aire que respiras, en la lluvia que te moja,
en
el sol que te calienta,
en
el mar que te sumerge,
toda
ella es un canto de amor,
que
tus oídos nunca escucharan,
pero
que estarán presente en todo tu existir.
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