Soy el mar,
como el mar a veces torbellino,
tumultuoso
,violento,
con canto de olas gigantes,
a veces desolado, oscuro,
transparente, furioso,
renovando el alma en ocasos hermosos.
Fluyo a las playas a veces fogoso,
a veces tan tierno,
como suspiro leve
y dejo mi alma descansar en olas,
reposar en auroras.
Soy como el mar,
asombro con mi amor y ternura
y mi abrazo se transforma en espuma
con sentimientos profundos
anclando mi amor en puerto seguro.
Soy tormenta y calma,
de la noche oscura
viene la claridad cuajada de estrellas
como así de la tormenta bravía,
fuerte y lluviosa se levanta la calma
silente y diáfana.
Naveguemos con calma en la tormenta,
es el secreto de la vida,
el arte de amar,
es el abrazo y la sonrisa de espuma blanca,
acariciadas en continuo cortejo
por el sol del ocaso.
Soy el mar,
tormenta y calma
entre murmullo de sonatas
y poemas de amor,
suspiran las caracolas.
El amor es como el mar,
tiene paz, bravura,
brisa y tempestad
pero debemos
mantener la calma
si queremos a buen puerto llegar.
La calma es el secreto,
el equilibrio, que nos lleva al paraíso
donde la intranquilidad descansa
pero a veces el viento sopla tan fuerte
que la calma tarda en llegar.
Soy el mar,
tormenta y calma navego tesonera
empujada por ansias que no atreguan,
para llegar a recalar
en la celeste ensenada segura,
la que está detrás,
a salvo del tiempo
para llegar a la calma de querencias puras.
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