Páginas

domingo, 2 de agosto de 2015

Verdades Punzantes


Verdades Punzantes,
fuertes, desquiciantes, traicioneras,
avasallantes, son las que dijiste al irte de mi lado.
es difícil aceptar esta horrible desazón,
de que realmente no estaremos juntos,
que probablemente tienes un nuevo amor.
Sin embargo lo acepto a pesar de ser,
 una verdad en llaga vivía
y de igual forma me quema.

Verdades Punzantes,
el amor que sentía por tì,
tú lo enviaste a la condena.
no te culpo en absoluto de querer a otra,
no puedo obligarte a estar conmigo,
ya que terminaría con el corazón más roto.
me confundiste,
por culpa mía es por dejarme llevar,
sin las consecuencias proveer.
No eres culpable,
sólo lo soy yo,
realmente nunca me quisiste,
pero yo no llegaba a la aceptación.
un dolor punzante al sentir la verdad,
no estábamos destinados,
en la pura realidad.

Verdades Punzantes,
el dolor punzante aún sigue allí,
deseando que se extraiga, se apague, se termine.
no deseo más pensar en ti.
ahora me he resignado porque el cielo me tiene presa,
¡Cuánto anhelo la libertad!
¡cómo la añoro y la deseo!
Pero ahora ¡qué desterrada, qué solitaria
es estar donde uno está!
Pasa el viento y me quiere llevar,
a dónde he estado.
pero yo no quiero cielos nuevos,
yo quiero estar donde estuve,
contigo, abrazada haciendo el amor intensamente.
contigo, volver.
Verdades Punzantes,
¡qué novedad tan inmensa esa,
volver otra vez!
Repetir lo nunca igual de aquel asombro infinito.
y mientras no vegas tú,
yo me quedare en la ruta de los vuelos,
de los sueños, de las estrellas,
impasible frete a la cruda verdad,
la cual debo aceptar.
Porque sé que dónde estuve,
ni alas, ni ruedas, ni velas, me volverán a llevar.
estoy extraviada, porque sé que,
en donde estuve sólo se va contigo.

Verdades Punzantes,
El canto mío que se ha escuchado a lo lejos,
acompaña mi quebranto
y alumbra el amargo llanto,
que brota de mi corazón.
Me llevan los astros a buscar tus besos,
saben que tienen sabor a los zumos del mundo,
¡qué gusto negro y denso, a tierra , a sol, a mar!
Los besos se quedan un momento indeciso,
entre tu carne fría y mis labios,
por fi los arranco porque no sé si eran para mí.
Porque o sé nada,
¡son estrellas con signos, con cadenas o auroras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario