¡Adiós,
amor ausente!
Esta
es la última carta que te escribo,
ya
volqué mis sentimos que eran del pasado,
en
estas páginas en blanco,
que
desahogaron, mis penas, mis emociones, mis dolores.
¡Ya
no más!
Ahora
estás en el pasado absoluto,
donde
siempre debías estar,
envuelto
en un manto oscuro del olvido,
entre
tus mentiras y fracasos.
Ahora
soy feliz,
cierro
el capítulo doloroso de mi vida,
con
estas cartas,
para
que no regrese tu recuerdo nunca más.
¡Adiós,
amor ausente!
Necesito
paz, calma,
estar
conmigo misma,
para
escribir otra vez mis poesías de amor,
porque
sigo enamorada de la vida,
el
arte de vivir es amar,
amar
a todo nuestros semejantes,
para
que en el mundo desaparezcan.
la
violencia , la guerra, la devastación.
No
miraré más las huellas y el recuerdo,
no
miraré al alma las sombras oscuras,
miraré
bien la palma de mi mano vacía,
pero
esperando otra que llegará pronto a acariciarla con amor.
¡Adiós,
amor ausente!
he
inventado esté amor sin tierra ni sin fecha,
donde
posarse en mi canto feliz,
el
gran amor en vilo, con mis labios impacientes,
esperando
deseosa ese beso palpitante,
que
me dará caricias sin fin.
Espero
también esa voz cálida, seductora, densa,
más
palpable del cuerpo que se acerca a mí,
para
hacerme suya para siempre.
así
mi amor esta libre, suelto
y
puedo vivir sin temor,
sólo
con deseo de estar en los brazos del amor,
que
me está buscando
y
estrechar sin fin su dulce cuerpo pensado,
contra
el mío.
¡Adiós,
amor ausente!
Deseo
vivir contigo mi amor invisible,
como
signo puro, seña en besos, en presencia,
de
lo que creí imposible,
de
que tú mi nuevo amor desearas vivir conmigo,
hacerme
tuya para siempre.
¡Se
acabó el pasado oscuro, maldito,
pleno
de mentiras!
¡La vida es hermosa de vivir siempre!
¡Viva
el amor puro y sensible!
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