La lluvia y el desamor,
miro a través de la ventana,
como cae gota a gota la lluvia,
que insignificante es una,
pero que apabullante son todas a la vez.
Pero en mí, cada lágrima que sale,
es más que toda la lluvia.
Son torrentes de emociones,
que caen cuando avivo tu recuerdo en mí.
Te fuiste, desapareciste de improviso,
a lo desconocido.
Una lágrima a la par de una sonrisa,
pues aún no se esfuma la dulzura de tu
ser.
La lluvia y el desamor,
quien se tomó lejano a mi querer,
aunque te tengo a mi lado tu cercanía,
que muestra lo lejos que estamos,
caminamos juntos de la mano,
aunque con destinos diferentes.
Hoy la lluvia me recuerda lo frio
y tormentoso que es dejarte ir.
Cae la lluvia rompiendo el silencio,
el céfiro que anuncia el amanecer
nocturno.
Cae la lluvia distante y dolorosa,
mojando la huella que espera, de tu
planta.
La lluvia y el desamor,
la lluvia disuelta en besos incinerados,
promesas incumplidas.
Y tu recuerdo ahora, una herida blanca,
desangra el alma…
De mis labios borre tus besos,
tus palabras he olvidado.
Más mi corazón triste…
Te sigue amando,
siento mi deseo en una brizna de tu
cuerpo.
Cae la lluvia, me gusta caminar en la
lluvia,
para disfrazar mis lágrimas que brotan
sin cesar,
un alma que llora y sufre la distancia,
la ausencia…
La cruel tortura.
Hoy las gotas de lluvia resbalan por mi
cara,
limpian el dolor que hay en mí,
quisiera quedarme aquí y recordarte
siempre,
mi dulce amor del alma,
tú que diste luz y ahora me dejas
olvidos de escarcha.
Viento, dile que me duele su distancia,
dile que mi alma llora, que se queda
vacía y sin nada,
dile que su amor es todo para mi,
que sin él no tengo nada.
Bajo la lluvia dejaré que el agua me
desgaste,
para volverme parte de algo.
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