Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 9 de junio de 2015
Una luz encendida
Una luz encendida,
un deseo infinito de encontrar
ese amor verdadero y pleno.
Cuando un rumor ambiguo y exigente
se me estanca en las venas
y mi voz se resquebraja,
se reseca como un erial de cuero,
acudo al largo camino iluminado
y le entrego el impulso circular
que pudo ser un verso,
un poema,
una prosa poética de amor.
Una luz encendida, hacia ti voy,
a encontrarme con mi amado amante
en los jardines en donde nos acogen
y sus duendes nos inventan matices
singulares,
dejándonos gotas de sueño
hasta el más allá,
donde el temblor pluvial nos hace
falta.
Una luz encendida,
íntima,
nuestra,
que emerge del vegetal periplo
con un guiño punzante
trasmutando en estrella el cielo
circundante.
Alquimia secular de los jardines
donde se trueca la sigilos
a confidencia en altos aires tallados,
esclarecidos.
Una luz encendida
entre nuestros cuerpos de mármol y
perfume
y el amor se desliza en nuestras manos
acariciando la piel desnuda ungida
hasta nuestros dedos,
en brazos de estatua
esculpidos por la pasión fresca.
Te siento junto a mí,
estás como una mariposa de fuego y de
tormenta.
Una luz encendida entre tú y yo,
quiero que aturdas todos mis sentidos,
quiero sentir un cerco
que confunda mi cuerpo con tu carne,
mi aliento con tu boca,
mi piel con tus ojos ardientes
acariciándome toda,
casi sin tocarme.
Apaga el viento que delira,
desboca los temores indefensos.
Quiero al fin la comunión total,
la unión que será lo sumo del amor.
El abrazo de tu piel de nave
humedecida,
me sacude y me hiere,
me desdobla y me lleva.
Mi vida es un cielo trivial de
jovialidades
que llenas con tu aliento
de argonauta errante y taciturno.
Una luz encendida aprieta mis deseos,
caliéntame las carnes con tu pasión de
viento.
El sol será mañana una fuente de
lujurias
y tú serás mi boca
y mis manos desgajadas de rocío
serán tu placer máximo.
Cual hambrientas sensitivas,
con suavidad de jazmines,
tus manos cuajan mis senos doloridos
de deseo que se entregan
agitándose a la soledad que se beben.
Una luz encendida,
mis formas inanimadas viven,
tiemblan,
se hace carne,
bajo el cincel embebido
de tu pasión noble y pura.
¡Qué sensación tan profunda arranca de
mi alma!
¡Qué grito de amor desgarras
de mis poros y mi sangre!
Una luz encendida
nos envuelve como capullo en flor,
otra vez mis ojos
en el fuego de la tarde y todo
perdurará…
hasta tu ausencia…
Vibrar al unísono
Vibrar al unísono
en cualquier instante,
hora, minuto,
juntos haciendo que el mundo
todo se estremezca con nuestro
amor,
expresándolo ante el eco del
universo.
Clamamos por estar juntos,
no separados por una lejanía
remota,
para sentir el momento
aún breve de un instante
inolvidable y único.
Vibrar al unísono,
en nuestra paz de intactos
cristales
donde el manantial de la dicha
mana suavemente sueños que se
remontan
a las nubes altas de otros
cielos.
Vibrar al unísono,
en milésimas de segundos,
quitamos la luz al sol
y oscurecemos la luna
en el palpitar de nuestro amor.
Vibrar al unísono,
compartiendo ternuras,
dulzuras en nuestro mundo único y
delicioso
que nos hace desbordar al fin del
paraíso
donde nuestros corazones viven
y vivirán por siempre.
Vibrar al unísono,
cantar en silencio,
de tan cerca y de tan lejos
atravesando el mundo como saetas
que en la noche rebrillan
para encontrarse en la infinitud
de la mirada intensa.
Y de una orilla a otra del mundo
nuestros destellos se cruzan
en las crestas levísimas de los
aires
de cada mundo nuestro.
Vibrar al unísono,
es alcanzar el paraíso en la
noche
iluminada por sonrisas inmensas
de felicidad,
guardando nuestros secretos,
nuestras promesas de amor
y donde nuestra imagen perdurará
en un recuerdo por siempre.
Distantes,
un poco distantes estamos,
casi totalmente apartados
pero viviendo el amor más fuerte
que hay sobre la tierra,
un gran amor de antípodas,
pleno de la esperanza
de estar juntos algún día.
Amar sin miedo
¿Qué me
ha dado tu amor
que
vivo sumergida en él,
sin
miedo a perderlo?
Sólo sé
que por ti sigo siendo
un ser
que pertenece a lo inexistente.
¿Qué me
has dado ya que río,
ya no
lloro?
Me aíslo
contigo en un ensueño
que
persiste en la noche,
hasta en la noche en mi sueño,
cuando
vienes me alumbro de alegría
y al
irte me ensombrezco de tristeza.
¿Qué me
ha dado tu amor
que
vivo sin miedo a amar?
Lo
siento tierno,
como
los brotes de bambú incipientes
que
inquietos se asoman al viento.
Si pudiera
tu alma responder a la mía
desde
esta lejanía,
te
diría en secreto qué cosas ansía.
Amar
sin miedo,
estamos
separados por caminos largos
pero
igual puedo tener de tu amor
la
certeza y gozar plenamente
como si
estuviera entre tus brazos.
Si al
caer de la tarde,
nuestras
almas se fueran a la orilla del mar
y en un
beso se unieran,
el
cristal de mis sueños
la realidad
partiría en mil trozos risueños
y mi
amor cantaría
en
nuestras almas vibrando
en
unísono canto.
Amar
sin miedo,
voy por
la vereda de esta nueva historia
y en
este pergamino
de
momentos intensos,
escribiré
poemas para poder estar a tu lado
a
través de mis palabras hondas,
sentidas,
vibrantes.
Paralizada
estoy en tu recuerdo,
mi
pensamiento vive
palpitando
en mí
y
siento que por ti
la paz
me inunda el alma.
Amar
sin miedo,
voy
hacia ti sin temor a nada
ya que
tu amor es arte divino.
Junto a
ti,
tu
pureza fecunda
fue
germen de ternura
que se
arraiga cada día más
en mi
corazón.
No me
dejes ir,
ya que
tu amor alienta mi vida
y
dilata la hondura de mis sentimientos.
Sólo así
comprenderás mis versos,
los más
vibrantes, los más sentidos,
los
refugios incesantes de mi vida
que se
acompasan en mi alma
cobijándome
e impulsándome
en
verdad a continuar
volcándolos
en estas hojas en blanco
para
ti, mi amor.