Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 3 de agosto de 2015
Soy el mar, tormenta y calma
Soy el mar,
como el mar a veces torbellino,
tumultuoso
,violento,
con canto de olas gigantes,
a veces desolado, oscuro,
transparente, furioso,
renovando el alma en ocasos hermosos.
Fluyo a las playas a veces fogoso,
a veces tan tierno,
como suspiro leve
y dejo mi alma descansar en olas,
reposar en auroras.
Soy como el mar,
asombro con mi amor y ternura
y mi abrazo se transforma en espuma
con sentimientos profundos
anclando mi amor en puerto seguro.
Soy tormenta y calma,
de la noche oscura
viene la claridad cuajada de estrellas
como así de la tormenta bravía,
fuerte y lluviosa se levanta la calma
silente y diáfana.
Naveguemos con calma en la tormenta,
es el secreto de la vida,
el arte de amar,
es el abrazo y la sonrisa de espuma blanca,
acariciadas en continuo cortejo
por el sol del ocaso.
Soy el mar,
tormenta y calma
entre murmullo de sonatas
y poemas de amor,
suspiran las caracolas.
El amor es como el mar,
tiene paz, bravura,
brisa y tempestad
pero debemos
mantener la calma
si queremos a buen puerto llegar.
La calma es el secreto,
el equilibrio, que nos lleva al paraíso
donde la intranquilidad descansa
pero a veces el viento sopla tan fuerte
que la calma tarda en llegar.
Soy el mar,
tormenta y calma navego tesonera
empujada por ansias que no atreguan,
para llegar a recalar
en la celeste ensenada segura,
la que está detrás,
a salvo del tiempo
para llegar a la calma de querencias puras.
La mitad de mi alma
Yo,
que morí mil veces
y soy capaz de
sentirme todo espíritu
y que conocí la
ausencia de la materia,
yo vuelvo hoy en otro
ser,
te canto a ti alma
gemela
que eres la mitad de
mi misma alma.
Tal vez
nos encontremos en el
espacio
y en el tiempo de una
dimensión de vida
en la que
compartiremos
expresiones de amor
intenso
y profundo.
La mitad de mi alma
la que tiene en
secreto
la lumbre que me
ilumina
y me lleva a las blancuras
de los astros
y me da los carismas
divinos
de la luz y del canto.
La mitad de mi alma,
la que apareces
en las luces de mis
sueños
entre los surcos sagrados
que en mi pecho
anidan,
entre mis nostalgias
y recuerdos vividos.
La mitad de mi alma,
eres mi cielo,
mi cielo nativo,
eres mi infancia,
mi juventud toda,
eres mi otoño
y en mi boca cantas
y por ti mis letras,
mis palabras fluyen
en poemas de amor
que van hacia ti.
La mitad de mi alma,
tienes olor de
azahares de novia,
de mi pecho derramas
espejos del recuerdo
de cielos
de campanillas y manantiales
de dicha que suave
manan por aquí,
más allá, más lejos,
hacia ti.
La mitad de mi alma,
¡qué alegría que
existas
tú tan cerca olas,
mío!
y todo brilla a nuestro
alrededor,
olas, reflejos,
ondas,
seres de luz sobre el
agua quieta,
para que tú y yo
gocemos el momento
de ser almas de
gemelas
haciéndose la luz
despacio de las noches
tras las auroras.
La mitad de mi alma,
es ahora,
mi alma entera
como un pliego dorado
que llega al texto
mágico
donde se encuentran
las ideas,
los sentimientos,
las inspiraciones
como revelación del
fulgor nuevo
de ser uno y no
mitad.
¡Triunfo!
¡revelación!
en impolutas páginas
tú y yo estamos
juntos
y el pensamiento nacido
de la nada
es elevado al todo
traduciendo
incógnitas lejanías
a gozos inmediatos…
Y en mi boca tu voz
A la noche,
ya pasado el crepúsculo,
te acercas,
muy cerca y despacio
tu voz única y seductora,
dejas en mi boca
un dejo de amor renovado,
casi nuevo.
Tú nunca podrás dar
otra cosa de ti más
perfecta, irrepetible
y cuando siento en mi boca
tu voz,
la vida está completa,
es renacer al fin
sintiéndose amada.
Entras por las minas últimas
de mi ser,
hondo, muy hondo,
a lo profundo
dejando la huella marcada a
fuego
de mi renacer que se abre a
la vida
y por esta entrega y me siento renovada,
con deseos intensos
de dejar en poemas esta
vuelta en mí.
Y en mi boca tu voz,
como un milagro más
y es como la luz
que viene en mi búsqueda.
Pintor de mil ilusiones
que me hace entregarme
a un ensueño soñando despierta,
que hace en vigilia
querer seguir amando
despertando al amor,
al éxtasis latente del
corazón.
Por tu voz sin palabras
casi,
sólo murmullos tiernos
tu espíritu tembloroso
habla en estos momentos
de dicha suprema.
¡Amor,
un instante detén ahora el
vuelo,
murmura tus himnos de
triunfos
y recoge las alas!.
Y en mi boca tu voz,
no detiene su marcha
y entre besos cortos
que duran más que un relámpago,
regresa ardiente y seductora
acariciando mi alma
entre suspiros leves y casi
silentes.
Tu voz la que me dice te
quiero
lucha por afirmarse contra mi duda,
mis temores de que esta
realidad aquí,
en mí,
no sea verdad
y todo sea solamente un
sueño.
Quiero creer,
que tu voz en mis labios sea
cierta
entre auroras seguras
para renacer como una desnuda Venus
que surge del más allá
en una aureola de amor.