Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 6 de agosto de 2015
Vientos de ira
Vientos de ira,
Turbulentos, huracanados, terribles,
que derrumban barreras, muros, arboles,
que nos separaban y nosotros elevados por el
aire,
no nos veíamos más.
Se rompió nuestra relación,
que iba a hacer que las almas en un gran,
proyecto iban a ser una y una,
unidas por siempre.
Coronándonos el dolor, nos escoge,
nos declara capaces de crear,
tristeza, desolación, la nada.
Vientos de ira,
el mundo cansado de ver,
que tú
el amor de mi vida se iba lejos,
creo una gran ola gigante
que te aisló de todo más acá
y te llevo más allá,
para evitar que yo sufrirá,
sin el gran amor que nosotros labramos.
¿Oyes la ira desatada, el fervor
envolviéndote?
Y yo inundada con gran pena en un mar,
de lágrimas saladas, te veo irte envuelto,
en cenizas de niebla y lluvia.
Vientos de ira,
¡Lástima de que nuestro amor acabara así!
Como se quedan las rocas indiferentes,
al agua que las rodea,
la luz se va a pagando, y yo huyo
y voy tras ella y me aclaro.
No quiero ser feliz en besos, en los labios,
sin cesar inventores de esplendidos engaños.
No quiero que mi alma sufra por todo esto.
Hay almas torpes como la tuya
y yo ahora me voy retirándome ya de mí,
hacia el azul cielo, al aire, al agua ,
sabias de la naturaleza y
Feliz me siento que abran mi camino,
que cerrados estaban, lo que yo no acerté,
otros me lo acertaron , las aves, las flores,
toda la naturaleza.
Vientos de ira,
Y en la oscura mirada de frondas exuberantes,
tú el inolvidable se va a apagando,
extendiéndose, como semilla en tierra seca.
antes me arrebatabas, llevándome al colmo,
de las ternuras del tacto, ahora no siento
casi nada,
soy feliz
sin estar presa e tus brazos
y siento que la paz me inunda.
huyo, salgo de mí y la dulzura de mi misma,
me envuelve y en el gran aire vacío,
limpio, sé que lo nuestro fue un encuentro
fugaz,
en las luces distantes, azares sin respuesta.
No, ni carnes estrechadas, ni alma juntas,
no más cuerpo, besos sutiles, sin color,
vagando
como sombras a mi alrededor.
Colmada de vida
Colmada de vida estoy
en un breve correr
de unos instantes al conjuro
de mágicos momentos donde
engarza
el ensueño con el deseo
de estar junto a ti.
Colmada de vida me siento,
cuando llega la clara luz
del día,
desplegando mis alas de poesía
y a tu hechizo corro
y canto mis poemas.
Y así voy dando vida a las
letras,
derramando de la fronda
la cálida armonía para
recibirte
colmada de ilusiones cuando
vienes,
amor, a dar alegría a mi
pecho.
Colmada de vida estaría
si pudiera tu alma
responder a la mía
y decirle en secretos
qué cosas ansía.
¡Qué feliz sería
si pudiera tener de tu amor
la certeza y gozar
plenamente de tenerte!
Si al caer de la tarde,
nuestras almas se fueran
a la orilla del mar,
y en un beso se unieran,
el cristal de mis sueños
realidad partiría en mil
trozos risueños
y mi amor cantaría.
Colmada de vida por ti
y aunque vuele y huya
fugazmente a buscar otros
cambios,
a encontrar otros seres,
volveré veloz y rauda a ser
tu tibieza
misma del sol que me
arrebata
y te acaricia transformada
en llama,
en un loco frenesí
para no separarme de ti.
Colmada de vida,
verás en mis ojos la dicha,
en mis labios la sonrisa,
saber que me amas
me alcanza para ser feliz,
henchida de dulzura,
apresada en las redes
de un amor ideal.
Colmada de vida
mis horas se deslizan,
perladas de alegría,
diáfano el pensamiento,
fluye felicidad,
doradas ilusiones
de un amor que me embarga
con dulce ambrosía.
Hoy goza el alma mía.
Hoy la vida es risueña,
mis días primavera,
la tierra imponderable
un Edén sin igual,
mi ser es todo
canto y vibro de armonía.
Es la felicidad,
está cerca de mí
se la oye llegar desde el
cielo,
hollando nubes,
se acerca a una velocidad
de luz de estrella
a colmar mi vida.
Aquí estoy
Aquí estoy viviendo,
añorando tu presencia,
anhelante en la espera,
oyendo tu voz muy queda.
Aquí estoy hundiéndome muy
despacio,
con la satisfacción clara en
mi rostro
porque sumergiéndome,
buscándote en mi interior
voy hacia un final cierto
que es encontrarnos.
Aquí estoy,
puerta virgen para estrenar
el todo
hacia el paraíso de amarnos
hasta el fin.
¡Y aquí estoy feliz!
¡Aquí estoy amando!,
con miedo,
temblor en mí, inmóvil,
en busca de la felicidad
que está ya cerca.
¡Aquí estoy!
¡Te espero!
Ya estás conmigo,
se acelera su curso la
sangre
y en un latir poderoso
parece castigar mi corazón.
Nuestras almas vibrando
en unísono canto
enlazan sus ritmos
en nuestros sueños de amor
con el lírico trino del
rumor
del arroyo que canta
y el suspiro levísimo
que me llegó desde mi alma.
¡Aquí estoy contigo al fin!
Plenos de amor
los ojos nos besamos el alma
y un invisible abrazo
rubricó nuestra unión,
transparencia de cielo,
vaporosa ilusión,
pureza fecunda,
fue germen de ternura
que se arraigó en mi alma
y en mi corazón.
¡Aquí estoy
con mi bagaje de sueños
y tú a mi lado!.
Como tiembla la hoja en la
rama
y al pasar por la brisa
proclama,
así tiembla mi ser que te
ama
cuando tu alma a mi alma
reclama.
¡Aquí estoy
mirándome en tus ojos!
y al igual que las nubes
se trisan en mil copos de
nácar,
mi pudor se irisa en tu
abrazo
y se quiebra en un ansia de
amor
que me sofoca.
¡Aquí estoy
consumiéndome en llamas!
¡Aquí estoy dispuesta a
amar!
Soy ya tuya antes de tu
llegada,
esperando la dicha con mis
ojos abiertos
plenos de ternura
y mis labios despertando
sonrisas
entre luces soñadas llegadas
al fin.