Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 17 de septiembre de 2015
La lluvia y el desamor
La lluvia y el desamor,
miro a través de la ventana,
como cae gota a gota la lluvia,
que insignificante es una,
pero que apabullante son todas a la vez.
Pero en mí, cada lágrima que sale,
es más que toda la lluvia.
Son torrentes de emociones,
que caen cuando avivo tu recuerdo en mí.
Te fuiste, desapareciste de improviso,
a lo desconocido.
Una lágrima a la par de una sonrisa,
pues aún no se esfuma la dulzura de tu
ser.
La lluvia y el desamor,
quien se tomó lejano a mi querer,
aunque te tengo a mi lado tu cercanía,
que muestra lo lejos que estamos,
caminamos juntos de la mano,
aunque con destinos diferentes.
Hoy la lluvia me recuerda lo frio
y tormentoso que es dejarte ir.
Cae la lluvia rompiendo el silencio,
el céfiro que anuncia el amanecer
nocturno.
Cae la lluvia distante y dolorosa,
mojando la huella que espera, de tu
planta.
La lluvia y el desamor,
la lluvia disuelta en besos incinerados,
promesas incumplidas.
Y tu recuerdo ahora, una herida blanca,
desangra el alma…
De mis labios borre tus besos,
tus palabras he olvidado.
Más mi corazón triste…
Te sigue amando,
siento mi deseo en una brizna de tu
cuerpo.
Cae la lluvia, me gusta caminar en la
lluvia,
para disfrazar mis lágrimas que brotan
sin cesar,
un alma que llora y sufre la distancia,
la ausencia…
La cruel tortura.
Hoy las gotas de lluvia resbalan por mi
cara,
limpian el dolor que hay en mí,
quisiera quedarme aquí y recordarte
siempre,
mi dulce amor del alma,
tú que diste luz y ahora me dejas
olvidos de escarcha.
Viento, dile que me duele su distancia,
dile que mi alma llora, que se queda
vacía y sin nada,
dile que su amor es todo para mi,
que sin él no tengo nada.
Bajo la lluvia dejaré que el agua me
desgaste,
para volverme parte de algo.
La inútil búsqueda
La
inútil búsqueda,
es
esta la vía que recorro día a día para encontrarte,
y
ni tu huella hallo,
¿Dónde
te escondiste?
corro
anhelosa de existir,
siento
la trágica fatalidad, ser no más que una marca,
en
tu viril cuerpo que huyo.
Sabes
ya que no eres hoy, aquí, en este presente,
nada,
sino
el recuerdo leve de tu planta que un día,
sobra
la arena dejaste lo que llamamos tiempo.
Hoy
tu sólo eres huella de tu huella.
Tu
anhelado futuro para mí tiene,
tan
sólo la forma exacta de una huella.
La
inútil búsqueda,
En
mí no sufre memoria,
como
sufren las fechas, los nombres o la líneas,
nada,
nunca más estarás en mi recuerdo,
porque
el recuerdo es la pena de sí mismo,
el
dolor del tamaño del tiempo y todo es eternidad: relámpago.
Si
quiero recordar no sirve, solo vale vivir de cara,
hacia
donde, queriéndolo, buscándolo.
Me
sucede lo que el mundo quiere,
te
marchaste escapándote al ayer,
o
al mañana, no lo sé.
¿Ya
te cansa mundo, ser enorme sueño indistinto?
¡tantos
espacios, ofreces, invitación a los signos!
mi
vida ahora se encamina hacia la búsqueda de la felicidad,
gotitas
de momentos especiales,
junto
al nuevo amor,
que
me brindará todo lo que creí que me ibas a proporcionar tú,
me
equivoqué no volverá a suceder.
Acepto tu partida
Acepto tu partida,
en esta carta que sé que nunca leerás,
te digo que eres libre, este nuestro amor,
se ha marchitado,
lánzate y vuela con el viento,
no te molestes por estar a mi lado.
voy detrás tuyo borrando tu recuerdo en
olvido.
te dejo ir aun deseando tu regreso,
al igual que a tus besos, tu piel y mis
lágrimas de felicidad,
sobre tu pecho.
La pérdida de tu amor,
hoy te dejo ir porque de nada me sirve
retenerte,
si tú estarás lejos de mí
y aunque decidas quedarte es mejor decir adiós,
cuando se va el amor.
Hoy te dejo ir, no de mis manos ni de mi vida,
te dejo ir a la deriva quizás porque es un
poema,
que escribí hace minutos,
voy detrás de ti borrado este recuerdo en
olvido.
La pérdida de tu amor,
te dejo ir aun deseando el retrato del ayer,
tus besos tus caricias, tus manos sobre
mis senos y mis lágrimas de amor sobre tu
pecho.
te dejo ir pero algún día nos vamos a
encontrar,
juntos con el límite de este tiempo.
Te dejo ir, tu partida es inevitable,
pero no olvides todos los momentos
maravillosos que vivimos juntos.
Abrazados, muy juntos, en nuestro nido de
amor,
cuerpo contra cuerpo,
besos por doquier, caricias por toda nuestra
piel,
dejando como plumas doradas un corazón
brillante en instantes inolvidables.
Hoy te dejo ir con el calor de mi amor
en tu corazón,
vientos levemente soplaran,
mientras en mi interior tus recuerdos arderán.
La pérdida de tu amor,
hoy lo acepto sin olvidar lo que vivimos,
seco mis lágrimas y miro tu vuelo,
estrella fugaz en el límpido cielo.
Bendita libertad ya que me tenías atada a ti
siempre,
ahora soy libre y por eso te dejo ir como el
viento,
sin latitud fija, como el rio entre las rocas,
como las palabras al aire,
no te preocupes mas no te buscaré.
No se busca lo que ya se tiene
y aunque decidiste alejarte sé que me
recordarás de por vida.
No olvidarás mis apasionados besos, mis dulces
caricias,
de nuestras noches de amor y placer,
de nuestros encuentros en nuestro lecho,
que ya te extrañan,
me conformaré con tu olor impregnado en cada
lugar
y en cada sábana,
olvidarás tu retirada por un momento,
pero recordarás esta alma que has llevado
contigo.