Páginas

viernes, 8 de enero de 2016

Todo está escrito


Todo está escrito entre los dos,
con palabras de luz en nuestro destino.
No podemos desoír su voz ni su llamada
pues el amor es suave lluvia de oro
cayendo en la floresta de las almas.

Aún la melancolía en el amor
nos convierte a los seres en poetas,
surgiendo las más hermosas
y sentidas melodías
que se derraman por nuestros cuerpos
como el río desborda sus almas en el mar,
dejándonos arrastrar
por la corriente de la pasión.

Todo está escrito,
en los cielos abiertos van trazando
 los pájaros códigos de vuelos,
 las estrellas se leen
con largas lentes claras
que descifran el misterio de la vida,
de enigmas alejados.
Las tierras más remotas
con colores azules, verdes, rosas,
 entregan sus secretos en los mapas.

Y el pasado se ve tenuemente
tan escrito en los ojos,
en tus ojos,
que son elegía o cántico
que brotan desde un arco iris en el cielo.
Todo está escrito,
tu nombre no se lee donde se lee,
está en mi corazón enamorado
y contigo la Tierra es el cielo del cielo
y entre tus brazos no se sabe
de qué profundidad viene el amor,
lejano, sí de honduras de cielos
o entrañas de la Tierra.

Todo está escrito,
porque hemos pasado
por la senda estrecha
en los grandes zarzales de la vida,
sin hacernos ni una herida
ni sentir dolor ni pena.

Todo está escrito
y cuánto más te acercas
te siento despacito recorrer mi alma
y entre árboles llenos de nidos
va un raudal lleno de rumores dormidos
en lechos de algas y de flores.

Y sobre la sombra nocturna del éter
en la inmensidad,
 la Luna, triste y taciturna,
vaga en plena soledad,
mientras nosotros nos acunamos
entre abrazos tiernos y dulces besos.

Todo está escrito,
 los dos nos comunicamos
en un abrazo sutil
cuando los cristales duplican
el blanco disco de marfil.
Todo está escrito,
 el tiempo río que huye
y puede acontecer
que cuando queramos proseguir,
perdidos,
 nos hallemos en las sombras
 de un remoto ayer.

Todo está escrito
y un tropel de versos nos envuelven,
son los versos que se agitan
y rápidos se dispersan
como musicales flechas,
van en busca de las hojas,
van para no volver a lugares misteriosos,
sí  para volcarse en ellas.

Todo está escrito,
seguimos un ideal
que no se alcanza pero al fin,
con toral esperanza,
creemos que en un flotar suave,
surgen,
plenas de amor nuestras quimeras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario