Páginas

martes, 16 de febrero de 2016

Pérfido corazón


PÉRFIDO CORAZÓN
De una mujer
para un hombre
De mí para ti
Pérfido corazón,
con hábiles maniobras
y lastimando mis sentimientos
tu ingratitud me invadió
hasta lo más profundo.

Me heriste con tus maliciosos juicios,
ignoraste u olvidaste todos mis esfuerzos
para darte lo mejor en tu vida.
Fuiste un baluarte para mí
cuyos muros cayeron por tu incomprensión
y tus desalmados sentimientos.
Pero aunque todo sea un gran todo,
trataré de que parezca una nada.

No quiero recordar tus perversos esfuerzos
para herirme y lastimarme.
Rompiste mi
corazón con tu hábil indiferencia
 pero cruzaste la línea con ladina porfía
y supiste hacerme sufrir hasta que
un manto de lágrimas cubrió mi pecho.

Ahora ya no quiero
saber más nada de ti.
No eres nadie en mi vida, fuiste el todo,
mi ternura, mi amor,
mi protección, mis cuidados,
todo eso ya ha desaparecido
en el espacio infinito
de la nada.

Todo tiene un principio y un final,
lo que sentí por ti se terminó
ahora busco un sino, un sendero, una luz,
donde refugiarme a curar mis heridas
las que tú causaste
y no me verás más,
para ti desde hoy no existo,
soy invisible.

Comprendo que nunca comprenderás
el daño que me hiciste
y en algún momento de tu vida
cuando yo ya no esté pensarás
en tu actuación cruel y mezquina hacia mí
pero ya no tendrá solución,
lo pasado ya fue.

Empezaré a vagar sola
encontrándome conmigo misma,
buscando donde está la verdad,
cuál fue mi error, en qué camino de errores
me sumergí para no volver a cometerlos
y en el hondo silencio de la noche encontraré
las respuestas aún dudosas de por qué recibí
estas heridas sin haberlas creo provocado.

La memoria del corazón
elimina los malos recuerdos
y magnifica los buenos
y así podré sobrellevar
lo que sucedió esa noche,
a quien quise tanto
y por celos, envidias, rencores,
me destrató y surgió su furia
queriéndome hacer pedazos.

Ese hombre nació
de mis entrañas, un fruto hermoso que colmó mi vida,
fue lo más querido,
lo más preciado
pero hasta hace poco se transformó
por los pasos de la vida en otro ser
deshumanizado y sin sentimientos buenos.

Ya la vida lo llevará
por otros caminos,
donde su corazón cerrado
se abra al espacio sin fin del amor.

Yo no lo veré ni lo sentiré,
pero son mis deseos los que lo lograrán
y podrá encontrar
el camino de la verdad.
Cuando la razón indica decepción
hay que darle paso a la razón
para que no sufra el corazón.

Desde hoy mi tarea es
llevar mi vida en alto,
jugar con ella,
lanzarla como una voz a las nubes
a que recoja las luces que se me habían ido lejos.

Ese es mi sino:
vivir plenamente entre risas,
alegrías, olvidos y amores
renovándome cada día para
encontrar la luz de la plenitud
llenándome de gozos con alas por el aire
como las mariposas o las nubes flotantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario