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viernes, 4 de marzo de 2016

Alegrías y pesares


Alegrías y pesares
colman nuestra vida en el ayer,
ayer de ayeres, en el Hoy,
en instantes imprevistos, impredecibles,
insospechados,
a veces insólitos y sorpresivos.

Alegrías entre risas, carcajadas,
envueltas en tibias felicidades del corazón,
dejando caer suspiros leves,
entrecortados,
a tu pecho que los recibe con alborozo
y palpitares de amor.

Pesares que como mantos oscuros,
tenebrosos,
a veces trágicos, dolorosos,
nos rodean, nos acosan de desgracias
ya sufridas o por sufrir.

¿Por qué nos cercan?
¿Cuál es la razón de no dejarnos vivir
entre dichas y dulzuras?
Alegrías y pesares,
mantos de llantos entremezclados
de risas y sombras
entre bóvedas de experiencias vividas.

En mi corazón hay un rincón muy íntimo,
como una antigua sala
llena de recuerdos,
como piezas delgadas y delicadas
que en este otoño de mi vida
se arremolinan intactas
para ir y volver,
volver e ir,
de pedacitos vividos
a salvo del olvido.

Alegrías y pesares
es en el tiempo inusual y absurdo
que nos transportan como trastornos
en el tiempo que se fue
y en el que viene.

Pese a todo es, sin embargo,
hermoso y sorprendente
ya que es la consecuencia
de vivir estando enamorada de la vida.

Alegrías y pesares,
a veces pletóricos, nos hacen vibrar
como un viñedo en tiempo de cosecha,
un olor a tierra cuando llueve,
es un todo enlazado
entre hilos tenues
de temblores vividos.

Y como velo de paradojas
me hacen rondar,
vibrando hacia ti,
quiero y necesito tus brazos,
tus vehementes besos,
aún cuando después desaparezcan
y los pesares manen
como de una fuente
de mi alma rota y herida
por mil cristales.

Desde el viento del crepúsculo caigo
y de mi  pluma surgen
los versos más tristes y apasionados
que tú me inspiras.

Alegrías y pesares,
he estado contando
las vueltas de mis días o cualquier día,
entre muchos otros,
simplemente sintiendo el agrietamiento
de la superficie ritual
de mis tiempos pasados.

Con mi imaginación subí a las montañas,
bajé hasta los altos ríos,
ya estoy de vuelta,
de buscarte por lugares insólitos y desnudos
y el pesar inundó mis días.

Voy a escribir ensayos,
con fórmulas secretas donde exorcizaré el tiempo,
pasaré mis gerundios por tus ojos
y en mi corazón cubierto de sol y niebla,
capaz de absolución y condena,
con ternura pertinaz
y con todo el amor feroz
que me de más alegrías que pesares.

Voy a escribir ensayos cabalísticos
acerca de nuestro gozo y placer
vividos en completa y expuesta desnudez
de nuestras almas unidas.

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