Artilugio mágico,
no sabemos qué buscamos
ni por qué nos encontramos.
Enigma total,
no hay una verdad definitiva,
traspasamos los límites de las
distancias
y de los tiempos.
Artilugio mágico,
¿Adónde nos conduce?,
atrás nuestro se cierra un mar
y se busca otro lugar
donde amarnos y ser uno del otro,
trémulos de dicha y pasión.
Nos quedamos como encarnación
final y jubilosa,
unidos en dos,
en la unidad radiante de la vida.
Nos hallamos en besos lentos
como milagroso final.
Artilugio mágico,
nos encontramos porque estábamos
allí,
esperándonos,
un cuerpo en el destino del otro
cuerpo,
un alma recibiendo a la otra.
Artilugio mágico,
nos buscamos en un enigma
permanente
en la alta madrugada,
en ese paisaje de invierno nevado.
En el lecho nos encontraremos
donde yo sola estoy,
donde tú estarás a mi lado,
inventando yo tu figura hasta que
llegues.
Allí,
en la oscura noche
cuando el silencio lo permite
todo,
mi suspiro como un eco,
busca tu vaga respiración
y te encuentra y desembocamos
uno en el otro.
Igual que agua con agua
correremos juntos con orillas
que se llaman los días más
felices.
Artilugio mágico,
me brindaste delicias de ternura,
con sentimentales besos
me llevaste al cielo,
después me diste
mieles de extraña seducción
y me dejaste en un mundo de
fantasía,
intrépido el corazón
y la alta frente desvelada.
Artilugio mágico,
lo invoco para estar contigo
bajo la luna entre los sauces
y acompañándome en mi danza
ardiente y sensual
y en mi blanco lecho
que te espera siempre.
Iremos juntos hacia el lucero que
nace,
a dormir nuestro sueño de amor.
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