Duda eterna,
inquietud del alma
que me hace dudar
de que este amor
lejano
sea cierto en verdad
y que no se
transforme
en tan solo una ilusión
de amor.
Nos separan
distancias muy lejanas
pero igual nuestras almas
se acercan se sienten
y abrazan,
parpadeo tras
parpadeo,
respiro tu esencia.
Pero igual vacilo
ya que al despertar
una mañana
no podré saber aún si
acaso me amas.
Duda eterna,
que me lleva al
desasosiego,
ya que la pasión y la
ternura
son sentimientos
fugaces
que se escapan con el
tiempo.
Duda eterna
que me hace hilar
versos,
bordar poemas,
buscando rimas
dejando mis letras
que vuelen al viento,
arremolinadas y en
libertad
para que lleguen a ti
y las dudas me
abandonen
cuando sientas el amo
r que has despertado
en mí.
Estar a tu lado es
incierto,
siento golpear al
silencio,
mi piel atormentada
de soledad infinita
y el recelo me inunda
cada vez que despierto.
Duda que no me
abandona,
como la marea que se
acerca a la orilla,
la caricia,
la besa,
la corona de espuma
y luego se aleja,
y desaparece.
Duda eterna
que me lleva a estar
triste,
totalmente excitada,
en mi soledad conmigo
en la que espero que
un día preciso
comience a desprenderse
la leve gasa
que la oculta y deje
sin heridas
mi alma que late sin
hablar
y que se va abriendo
a un amor seguro y
pleno
que aparecerá en
trechos de luz
entre bálsamos de
humo.
Duda eterna de amor
que va rompiendo los
cristales
conque mi alma te
presiente
y a pesar de la
distancia
no será una ilusión
marchita
y la esperanza nos
encontrará
al final del camino
y el aire se llenara
de siembres,
de memorias,
de afanes,
buscando vivir juntos
como un primer
hallazgo de amor.
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