Amar es
dulce regocijo
de dos
almas unidas
por un
sentimiento especial
que
palpita profundo
en los
corazones exaltados
por
gran emoción.
Es
alborozo,
calor,
agitación,
arrumacos
interminables,
besos
que brotan con frenesí
entre dos seres
languidos
de caricias
y
promesas eternas.
Regocijo,
aroma
que ilumina las mañanas,
me seduce…
se
perfuma la ilusión
con deleite.
Un
olimpo de tentadoras fragancias,
inminente consecuencia de estar juntos,
muy juntos
los dos.
Regocijo,
melodía
que acaricia,
con alegría,
los sentidos,
que me
fascina y modula la ilusión.
Un
cosmos de irresistibles sonidos,
inminente consecuencia
de tu
voz.
Regocijo,
felicidad
y jubilo,
ópalo
que
resalta sus colores,
me
cautiva…
se
encandila la ilusión…
un infinito de seductores tornasoles,
inminente consecuencia
de tu
fulgor.
Regocijo,
que
desboca los latidos,
me
convoca,
se
inflama la ilusión…
Un caos
de irreprimibles instintos
inminente
consecuencia
de tu ardor.
Elixir
que inmortaliza el sentimiento,
me
sublima,
se
melifica la ilusión.
Un paraíso
de dulcísimos encuentros,
inminente
consecuencia
de tu sabor.
Regocijo,
como
una luz
que se
encuentra con otra luz
y queda iluminando el mundo
sin que
nada se toque,
es el milagro
de que
nada puede ser recuerdo
porque
el recuerdo
es la
pena de si mismo,
el
dolor,
el tamaño del tiempo
porque
todo lo nuestro
fue eternidad,
relámpago.
Regocijo,
sonidos
que acarician,
instintos
que convocan,
arrebatos
de emoción,
aromas que iluminan,
fulgores
que cautivan,
laberintos
de ilusión.
Rendida
a tu presencia,
inminente consecuencia
del
prodigio de tu amor.
Regocijo,
regodeo,
entrega
total
del uno
en el otro,
amando tenazmente,
desesperadamente,
ya que
quien ama,
otorga lo que siente.
Se
pinta lentamente la tarde rojiza,
el
aroma de tu perfume
el ocaso matiza,
mientras la luna de su escondite,
lentamente asciende,
mientras
se escucha
de las aves su última melodía.
Melodías
nos rodean
y en mi
alma
surcan
ideas,
frases,
poemas
de amor
entremezclando
sus letras,
deshilvanando sus palabras
entre
pétalos de caléndulas
y
magnolias en flor.
Las
tiernas azucenas
juegan
al ritmo de nuestro amor
y al amarnos
parece que las estrellas
del cielo cayeran.
Escribimos
juntos
en el
aire
con nuestro fresco aliento
como si
fuera un libro,
escuchando
el cantar del viento
que nos arrulla
para
que conciliemos el sueño
con
total regocijo.
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