Ahora mi tiempo
ha aprendido a vivir con pausa,
a saborear los pequeños espacios
y a continuar esperando esos
momentos
que tú me das.
Esperar hasta encontrarme
con mi yo desconocido
y aprender
que se puede volver a amar
intensamente
en la madurez de la vida.
Sin límites,
sin rubores,
sin titubeos,
sólo queriendo
que suceda lo inesperado.
Esperar a que sea posible,
dejarse ver uno mismo
tal cual siente
y desear que tú me veas así.
Sin ángulos,
sencillamente con el corazón
abierto
y el deseo compartido.
Esperar que el querer exista por
sí mismo,
sin necesidad de pautas ni
promesas,
sin esperar nada a cambio,
sin recompensas,
sólo el deseo de dar.
El Amor…
es esperar por ti,
idealizando el arte para amar
haciendo que los sentimientos que
clamo
broten por doquier.
Esperar que mis letras de amor
para mi hombre amado
le lleguen con todos los
sentimientos engalanados
con mi aroma y mi ser.
Esperar que fluyan de la pluma,
las letras, las palabras,
las frases, las estrofas ,
exaltando el valor del amor
en forma de bellas inspiraciones,
Ya no hay respuestas que deba
esperar
ni fantasías que no haga
realidad,
mi amor ya no tiene un tiempo,
es ahora,
aquí…
para siempre.
Esperar es todo
¡qué absoluto portento!
Esperar el fundirnos uno en el
otro,
para que el anhelo creciente,
la distancia recorrida nos una
para aspirar del todo la
imperiosa fragancia,
proyectándose los cuerpos
más allá de la vida.
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