Quizás
Quizás te conozca algún día, así, por sorpresa tú vendrás a mí,
porque presiento que en tu pensamiento
mi figura tras lucida y difusa ocupa un lugar secreto y oculto.
Quizás, mi vida de un vuelco inesperado y el amor tan deseado me
encuentre.
Encarnación final y jubilosa, nacer, por fin, en dos,
en la unidad radiante de la
vida, dos.
Y nuestro encuentro estará trémulo de dicha por habernos encontrado
y sentir que el amor ultimo y cierto, ese, que inútilmente esperaran
las tumbas.
La blancura vacía se puebla de recuerdos, no teñidos.
Mejor no amarse, mirándose en espejos complacidos, deshaciendo esa
gran unidad en juegos vanos, mejor no amarse con alas, por el aire, como las
mariposas o las nubles flotantes.
Busca ese lugar recóndito donde yo te espero que él te arrastre a
ese centro donde estoy.
Quizás suceda ese mágico encuentro tan deseado por mí, ya que mi
querer por ti se hace más hondo y profundo.
La fuerza de querer tú es dejarme que te quiera.
El sí con el que te me rindes es el silencio.
“Caemos rendidos ante la belleza de las
palabras,
que crean sonidos, imágenes, sensaciones,
colores y reflejos”
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