Páginas

sábado, 4 de junio de 2016

Engaño amoroso



Engaño amoroso,
falsas palabras
que me llenaban el corazón
de latidos presurosos
y alegrías sin fin.

Ecos de amor
que como un cetro,
ceñían mi mente como
corona de flores silvestres,
amapolas,
magnolias,
alelíes.

Me sentía segura
de que todo era verdad
pero fue un engaño vil,
traicionero,
pleno de incógnitas,
sin respuestas.

Mi alma de poeta se entristecía,
lástima sentí por los crepúsculos,
te creí vívido a orillas de los lagos
contigo a mi lado.

Engaño amoroso,
ya no se siente el centro del amor,
mi corazón de hielo bajo nieve invisible
es sólo un soliloquio,
claro,
es un esperar que llegue
el día en que el amor
me alcance otra vez.

Espera,
me dijo,
aún no se puede encontrar
lo fidedigno,
el amor ahora duerme.

Engaño amoroso,
me voy a una noche fría
recordando los estribillos
que tú me arrullabas
proclamando tu falso amor,
amor de conveniencia,
amor pletórico de bajezas,
buscando imágenes heridas
en mi corazón enamorado y feliz.

Engaño amoroso,
lágrimas que como arco de los cielos,
bajan por mis ojos
en tenues alas
que llegan a lares desiertos.

Engaño amoroso,
viniste del ayer hasta el hoy,
atravesaste misteriosas sendas
para llegar hasta mí
y con tu filosa espada de palabras
me conquistaste,
para luego,
sin un porqué,
recibir de tus trémulos labios,
tu despedida final.

La noche inundó mi alma,
me volví tierra,
me transformé en corriente de agua,
onda tras onda, isla ignorada,
nadie en el aire sufriendo por tí.

Engaño amoroso,
descarado,
egoísta.
Si yo no encuentro
el camino verdadero,
mía es la falla,
toda la canción de amor
está en ella
esperando que alguien
sepa como cantarla.

Engaño amoroso,
cruel y despiadado,
que ha borrado toda la claridad
de la gala matutina.

Me siento de un hálito de abismo,
te amé y me creí amada,
flota en esta alborada agonizante
que fatiga y marea envuelta
en el oscuro pensamiento obsesionante
que me dejaste sin tu amor
en una amarillenta pesadilla
que me hunde en el hoy
sin esperar el mañana.
sólo la cerrazón entristece  y no ilumina,
débil quedó en esa blanquecina luz
crepuscular y opaca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario