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lunes, 8 de agosto de 2016

Lluvia de poemas


Lluvia de poemas,
me lavan el alma
pasan transportando mi soledad
en frágiles esperanzas mojadas.

Estoy empapada de versos
que resbalan por mi universo
de poéticos encuentros…

Lluvia de poemas
que mojan el espejo
donde veo mi rostro
acusando arrugas
por el tiempo ya ido.

Sigue lloviendo aquí,
en mi pecho,
me duele el corazón
porque mi sangre se lava
y pierde su color.

Es que esta tristeza
empapada de sudor
no deja que mis ojos se abran
para secar mis miedos
y aliviar mis húmedos sentimientos.

Entre tanto y tanto correr
por mi cuerpo,
esta lluvia sin cuartel,
me inquieta
pero sigo escribiendo
en el azul enero
que se dispone a hacer
de mi lluvia de poemas
versos empapados de nostalgia,
muchas, muchas y más.

No dejes, lluvia traicionera
que olvide con tu continuo gotear mis penas,
cuánto más quieras engañarme,
más me doy cuenta
que vienes a disolverme
en tu torrente interminable.

Lluvia de poemas
que tras el vidrio esfumado
transmites el pregón
de un corazón lavado
por un gran dolor.

Lluvia de poemas,
ha sonado la hora
de que me sienta intocada
por el agua que moja mis sentidos
unidos a ti,
sumergidos en un mar de caricias.

Éste corazón mío,
tan abierto y tan simple
es ya casi una fuente
debajo de mi llanto
entre mis poesías
inundadas de agua.

Muy lejos están
como en un lago estrellado
calmo y en sosiego.

Lluvia de poemas,
estoy agotada y turbia,
espiga de abandono
regado sin cesar,
desolada lloro.

Entre tanto, la lluvia golpea sin cesar,
todo el musgo del tiempo
como azote de ancho dolor
ve mis poesías rotas, inacabadas,
arrojadas al cielo,
mutiladas, arrastradas por la lluvia,
dejándome sin mi última ilusión.

¡Quería que llegaran a ti,
puras y vírgenes
para que recibieras,
temblando de espumas,
mis páginas de sueños
en una larga soledad
siguiéndote en tu camino sin sol. 

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