Ayer, no había desamor, hoy palpita mi sienes, vibra mi corazón
porque te siento conmigo,
mi amor lejano, sin vernos,
ni tocarnos, nos amamos.
Ayer grité un alud de palabras para cubrir causes nuevos y derribar
murallas.
Ayer mis ojos acertaban distancias y como un remolino mis dos brazos
giraban,
desbrozando malezas o blandiendo una causa, encontrarme contigo
amor.
Necesito ese amor que es todo en la vida el que da dulzura, ternura
y pasión,
a través de ti siento que nuestras manos desde lejos asidas,
con el
mudo fervor de los que aman,
palpitan en nuestros labios besos apasionados y tiernos.
Soy una autora lenta, de viajes encantados, contigo a mi lado sin
verte, pero sí sentirte.
Como buzo me hundo en el mar de tu regazo tras los corales liberadores
del tedio y los racimos embriagantes de las sombras, que la sed de la sangre
aplacan.
Hoy, mi ayer, siempre hoy, desfilan sin orden mis poemas en un mar
de letras impresas siempre
y como una marejada leal en la que me interno con fragor y total
amor.
“Nos sirven Hoy las palabras mágicas,
estamos enamorados en dos ingredientes
siempre y únicos”
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