La
música de mi alma
trasciende hacia el infinito
con
sones melódicos y dulces,
plenos
de sentimientos de amor.
Va a
impregnarse a mi corazón
haciéndome
sentir temblor de balada
como
voz que nunca se cansa.
La
música de mi alma
es tu
nombre recogido en mi boca,
es color en el viento,
es tan
leve en extensión
que sufre el labio
al amparar su son en un breve tiempo.
Mueve
el viento su lengua sosegada,
el
monte su verdor sangra
en su
espesura
al oírse
la música de mi alma.
La
música de mi alma
son los signos de tu voz
que me
reclaman,
despiertan
mi ternura y mi requiebro.
La
música de mi alma
se
recuesta
en el
aire alado de los vuelos,
sobre
el linde sonoro de tu pecho.
¡Oh el
blando corazón que yo apetezco
que
llora y llorando me desvelo!
La
música de mi alma
mueve
tus distancias
como
alas batientes
por
detrás de mis mejillas,
el
color de tu tez, allende el ojo,
fatiga
el corazón y mi respiro.
La
música de mi alma
hace
soñar tus manos
por mis
manos,
sol desmayado
y musgo despertado
y el calor de mis pupilas
ahonda la trabazón de tus abrazos.
La
música de mi alma
va como
alas en el aire
que
ajusta como un arco mis deseos
y del
puente que tiendes
con tus
flechas
bajan sombras de amor intenso
a nuestro suelo.
Ella
custodia el hechizo de tu sueño,
mis manos,
angustiándose
en el aire
por mi
largo alumbrar del movimiento.
La
música de mi alma
divide
en luz el zócalo del viento,
el aire
se serena al escucharla,
nace
desde mi corazón estremecido
y torna
el río aljófar de la mar
a los
roquedales,
dorada
abeja en aires de alelíes,
la miel
de mis labios
te busca y te besa.
La
música de mi alma,
sube en
notas,
en
número concorde a tu pecho
y es mi
regalo para ti, amado.
Mira!,
una
viola celeste cruza el cielo
y
armoniza su son con mi cantar
que ya
es nuestro,
por mi
música nos amamos
y
nuestro amor riza el viento
y mueve
el follaje.
La
música de mi alma
te
busca siempre
desde
el amanecer
hasta
el fresco temblor del rocío
y así te la hago llegar
para que te sientas perdido
para
siempre, en tu embeleso
sin
sentir el cercado de mis ramas
y que
veas mi fuego
que en
los fuegos arde.
Sacúdanse
las notas de mi música
para
que aparezca tu nombre
contra el cielo, amor,
para que
al desnudarte,
camines
sobre el muro que cerca mi silencio.
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