Yo aquí,
sola esperándote,
tu ahí queriendo estar a mi
lado
pero las trabas de los
imposibles
han hecho un tejido fuerte y
entrelazado
y los no saber por qué
nos separan cada día más.
¡Ay,
ensueños inagotables
sintonizados en frecuencias
virtuosas!.
Las que no nos dejan
unirnos,
las que se cobran en dolores
y pesares
y recaban al sonido de la
vida sus aportes…
Pido la calma por no estar
contigo,
como alma que quiere
resplandecer,
¡dar luz!..
De que ama,
dar la buena nueva
de ser tu amante…
dispuesta a vivir a tu lado.
Tú ahí… yo aquí,
nostalgias me invaden
y no quiero sentir el dolor
de que estés lejos de mí,
¿Qué es lo misterioso
que nos impide estar juntos?
¿Cuándo y cómo llegarás a mí?
¿Acaso el destino
no quiere que estemos
juntos?.
Quiero que vivamos amándonos
en la danza incomparable de
un ensueño
que sueño despierta,
en vigilia permanente
para encontrarnos de
improviso.
Tú ahí… yo aquí,
cuidemos nuestro amor
porque es un tesoro único
aún desde la lejanía.
Me he dado cuenta
de que amarte me lleva a lo
inmenso
que me conduce a tus amantes
brazos.
Tú ahí… yo aquí
y aunque distantes mi amor
está libre, suelto,
con tu sombra misteriosa
y puedo vivir en ti sin
temor
a lo que más deseo,
a tu beso,
a tus abrazos que me llegan
sin rozarme,
tu solo cuerpo posible,
tu dulce cuerpo pensado.
Y acaso tú algún día
leerás estos versos,
saberlo yo
me colma de paz y yo aquí,
recordándote a la orilla del
mar.
Existe un amor tranquilo
que dura hasta la eternidad
y un amor tempestuoso,
apasionado y loco
que es el que sembré en el
alma
para quererte a ti
que durará por siempre.
Tú ahí… yo aquí,
el rumor de mi sangre
va cantando tu nombre
y el viento de la noche
lo repite al pasar.
Tú ahí… yo aquí,
pero siempre juntos
los dos aguardando,
esperando,
susurrando,
a vivir la vida,
a que se la sienta…
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