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miércoles, 5 de octubre de 2016

Sortilegio


Sortilegio,
Magia de amar
a alguien lejano y distante.

El mundo clava sus golpes,
los repite.
Lejos de mí
vuelvo a recogerme.

Comprendo,
en una mano las cosas
y en la otra su sombra.

Sortilegio.
Los que me hirieron
también están desnudos,
nada me arrebataron,
amé un sortilegio,
conservé su belleza,
quedó un retrato de sus ojos.

Encantamiento,
conjuro de Amor,
mis pasos de alondra
pisaron un otoño húmedo
y te sentí
alejarte volando,
entre la fronda indiferente
y deshojada
de viejos pergaminos.

Como en un embrujo sutil
y misterioso
quise seguir tu cielo solitario,
quise amarrar mis ojos a tus alas,
quise rehacer todo mi cuerpo
con tus plumas blanquecinas.

Sortilegio,
embrujo de un Amor
que se lo iba, despacio,
llevando el viento
a distancias luminosas
entre colores de crepúsculos
rojos,
amarillos,
naranjas,
de un sol que se adormece en el mar
iluminado por sus rayos.

Sortilegio,
como mágica sombra
de mariposa nocturna
voy en tu búsqueda
hacia una unión madura
con sabor a mieles de amor.

Adivinación,
de volver a encontrarte
y allá voy con mis delirios
a saborear la paz serena
de tu amor.

Sortilegio,
tú… amante mío,
en un encantamiento inesperado
no estás en mí,
sólo siento una lluvia
 de suavidades indefensas
que me llevan con mi sed de verte
al silencio de una inútil búsqueda
de tus miradas grises.

Sortilegio,
deseo que una mágica noche
enciendas la leñas de tus brazos
para recibirme entre tus encendidas manos.

te busco desde el abismo a la cumbre
ardida en ardiente lumbre.

Desde la cresta a la breña
ensueño que se desempeña,
desde el confín a la arena,
desvelo que se serena,
en un eterno recomenzar,
en un encantamiento sin fin.

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