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domingo, 20 de noviembre de 2016

Melodía de prodigio


Señales de prodigio,
entre mil asombros está sonando tu canción,
sus acordes acarician mis sentidos y sus letras,
con hermosas alas van alegremente…
dulcemente entrando en mi vida.

Moldeando con su bella afinación
matices que adjudican galas,
exaltados en gloriosa melodía.
Que entre versos de amor y notas
han fluido como por milagro
y comienzo suavemente a tararear,
a entonarla,
frase a frase procurando seguir su compás,
degustando sus aires y tonadas.

Melodía de prodigio,
con mi voz…
intentando corear un jolgorio,
que entre estrofas nace y me cubren
con su ritmo más y más,
y su melodía me envuelve
con su garbo y cantar.

Es saeta con gracia modulada,
es su voz maravillosa con mágica dulzura
que en el aire vuela suavemente.

Es presencia en recuerdo que te nombra.
Es calor y sonido como en un ensueño singular
que vigila en cada tono muy airoso
y desplaza su imagen reposada,
gentil,
salpicando el todo
con un alborozo que asombro.

Melodía de prodigio,
que acaricia los sentidos,
me fascina,
se modula la emoción…
Un cosmos de irresistibles sonidos,
inminente consecuencia de tu voz.

Ópalo que abrillanta sus colores,
me cautiva…
se encandila la ilusión…

Un infinito de seductores tornasoles,
inminente consecuencia de tu fulgor.

Regocijo que desboca los latidos,
me convoca…
se inflama la ilusión…
Elixir que inmortaliza el sentimiento,
me sublima la calidez de tu melodía de prodigio.

Tus notas y letras de amor
son sonidos que acarician,
arrebatos de emoción,
aromas que iluminan,
fulgores que cautivan,
laberintos de ilusión.

Melodía de prodigio,
un silencio nos llega y con él,
el eco que ya tu melodía ha pasado,
con palabras aclamando que solo escucha mi mente.
En su ahogo silente me dice
que el encanto de tu melodía de prodigio
y su presencia se han fugado.

Quiero seguir recordando y anhelando,
escucharte y escucharte nuevamente
y en mis poemas que me regala el alma,
en un don de ensoñación
quiero que contemples mi amado,
mi mundo interior colmado por tu paz interior
y tu melodía de prodigio.

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