Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 30 de marzo de 2016
Sin tiempo ni distancia
Sin
tiempo ni distancia
estás a
mi lado,
transmitiéndote
todo
lo que
necesita mi alma,
que me
recuerdes,
que
pienses en mi existir.
Me das
tus sentires,
para
que mi melodía sea
una
melodía cuando te escucho
o leo
tus palabras ciertas,
porque
la vida no está hecha
para
romperse en jirones
sino
para vivirla sintiendo las pulsaciones
como
latidos dentro de sueños.
Sin
tiempo ni distancia
estamos
juntos en el vivir
constante
y permanente.
¡Vivamos
la sorpresa
de
pensar en encontrarnos
en
cualquier instante,
en un
minuto,
el
claro y feliz!.
Sin
tiempo ni distancia,
te
estoy dibujando con mis palabras,
tu
rostro, tus manos creativas,
tu
mirada dulce y tierna,
con tu
entrecejo fruncido
y tu
ceño cerrado.
Sin
tiempo ni distancia,
te entregas
a través de la vida
trasluciendo
la fuerza que te anima,
tú, el
ser creativo,
el ser
sensible,
el ser
que vive la vida
con
total intensidad.
Sin
tiempo ni distancia,
en un
mundo de lo ilimitado,
sin
fronteras,
nos
encontramos,
nos
rozamos,
nos
sentimos.
Las
propuestas de encuentro son de futuro,
¡de
promesas!,
¡de
ilusiones!,
¡de
fantasía!
pero
para nosotros,
verdaderas
y únicas.
En un
conjunto de reacciones que aparecen
y cuya
explicación no se sabe definir,
tú y yo
estamos juntos,
palpitando
entre suspiros suaves
de
aceptación mística.
¡Ay! te
quiero cerca,
con
ternuras que la creación nos da,
cobijos
en este lugar insólito del universo.
Siénteme
Siénteme
tú,
el que
tiene mis secretos,
el que
me siente en las hojas secas,
en el
murmullo del mar,
en el
silencio del viento.
Eres el
que encuentra mi ardor
entre
tus brazos,
el ser
que vive en mis pupilas
y el
que late junto a mi corazón.
Siénteme,
soy la
que sueña en encontrar
la
letra de su cántico,
soy la
que te ama en su tiempo
y no en
el tuyo,
soy la
que te da tus alegrías
y
esperanzas.
Siénteme,
mi
calor te inunda,
mis
ojos te buscan,
mis
manos te acarician,
estoy
yendo hacia ti
con mis
brazos colmados
de
flores de amor.
Siénteme,
estoy
detrás de ti,
posándome
con suavidad
en
todos los recovecos
de tu
excelso cuerpo,
en
todos los tiempos,
hollando
horas,
días,
minutos,
rezumando
dulzuras
tras
las auroras del estío
que se
juntan con el otoño.
Siénteme,
sin
prisa,
desde
el sol que sale al sol puesto,
lentamente,
subiendo
a cielos lejanos.
Siénteme,
en tu
camino
sobre
anhelos y esperanzas
que tu
vida va creando,
sobre
los días lentos
y las
ardorosas noches
ardidas
de desvelo.
Siénteme
,
en la
alta madrugada
cuando das
por fin
con el
contorno de mi cuerpo,
fresco
y exacto para ti.
Siénteme
en esa ola jubilosa,
como
milagro caído del cielo.
Siénteme,
junto a
ti,
sin
temores ni recelos,
siente
mi vibrar,
mi
latir,
mis
caricias tenues que van hacia ti,
confabulándose
par hacerte feliz,
nuevo,
ser entero,
joven,
fuerte,
vigoroso,
especial
y único.
Siénteme,
mi
admiración te rodea,
mi
compañía te envuelve,
siénteme
tuya por siempre.
Esperándote
Esperándote,
aguardándote,
aquí
estoy escribiendo
las
páginas de colores
que
cambian con el tiempo.
¡Qué
mágicos alfabetos
en
estas hojas vacías!.
Tienen
rasgos de cristal,
puntas
de agua,
monosílabos
brillantes.
Esperándote,
escribiéndote
a ti,
mi
inspiración eterna,
con
palabras que se clavan
en lo
hondo de mi ser.
Busco
frases de amor
para mi
númen de siempre,
cláusulas
blancas que pasan frente a mí,
lentas y pausadas
componiendo
odas
con
ellas de celestes temas.
Esperándote,
con la
luna,
el amor
y el cielo,
rodeándome
de constelaciones,
esperándote
el tiempo justo
en que
llegarás a mi lado.
Esperándote,
de
nuevo, ansiosa,
buscando
la palabra,
uniendo
sílabas mudas
ante un
mar de lágrimas
que me
estremecen sin esperar
a que
encuentre respuestas
perdidas
en el silencio.
Esperándote,
descubriendo
hojas como pergaminos,
procurando
descifrar
en
libros de sílabas polvorientos
una
frase clave para mi palabra.
Aquí
estoy,
esperándote
como desde el principio
porque
un nuevo sol
me
enseñará las palabras graves,
mañana
ya sabré alzar las notas,
hoy,
sólo entrego mi palabra
hecha
poesía.
Todo es
canto y poesía para ti.
Siempre
estaré pendiente de tu existir
y
estarás en lo más profundo de mi ser.
Todos
mis poemas,
los que
escribí velozmente
en hojas
que precipitadas apenas
las
letras las cubrían,
allí volaban
lo escrito
como
alas de las mañanas,
pluma
tras pluma se iban.
Pero hoy,
aquí,
yo estoy
a tu lado,
esperando
tu amor
diáfano
y puro.