Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 29 de mayo de 2016
Secuestro furtivo
Secuestro
furtivo,
¿te
acuerdas tú de aquella noche
que a
escondidas
y con
misteriosos impulsos
me
llevaste a aquel umbrío lugar desierto
donde a
solas nos amamos?
La
brisa nos acunó
y el
mar nos arrulló
con sus
ondas livianas
como
una melodía
de
lejanas orquestas.
Secuestro
furtivo,
me
retuviste entre tus brazos tibios
y yo me deshojé lentamente
como
flor de azahar
pura y
virgen
y con
dulzura me dejé raptar.
Me
quedaría en el encierro de tu cerco,
en todo
lo que estoy,
donde
estamos tú y yo juntos,
quietos
como el agua quieta,
retenidos
en el amor sin sol.
Secuestro
furtivo,
disimulado,
sigiloso,
¡qué ansia de repetirse
esto
que está siendo!
¡qué afán de que mañana
sea nada más
que
llenar otra vez
al
tenderte ese hueco que deja,
hoy
exacto
en la
arena, tu cuerpo!
Secuestro
furtivo, cauteloso,
para
que no se sepa
ni se
entere el mundo
que
estamos viviendo
entre
apretados y estrechos
cercos cuerpo,
alma y
mar.
Nada
promete el orbe,
ya nos lo da,
lo
tenemos todo ya,
nunca
más nos separaremos
ni por
el viento, ni por las nubes,
juntos
cantando siempre.
Secuestro
furtivo,
retención
deseada que despacio,
sin prisa, sin siquiera escuchar tus pasos,
sin ver
tu sombra en la fronda
me
envolviste con tu mirada dulce
y tu
voz pausada y lenta.
Tu risa
me secuestró
y le
dio colores a la noche
y yo
disuelta en alma y espíritu
me
entregué a ti
hasta
unos cielos lejanos
en una
gloria abstracta del alfabeto.
Y
danzamos juntos,
apretados entre frenesíes de pasión,
rodeados
de flores
del
jacarandá, azaleas, azucenas.
Secuestro
furtivo,
quemante
hasta lo indecible,
hasta
horizontes lejanos
donde
nos podemos tocar, palpar,
en
nuestros reflejos sin casi tocarnos,
en
nuestras formas reales
donde
se nos escapan suspiros
hasta la muerte.
Nadie
nos ve, nadie nos dice nada,
estamos
en nuestro mundo propio,
sin
altares de llamas
pero sí
de deseos y pasiones.
Secuestro
sigiloso,
nos dan
formas de una geometría sin angustia
entre
delicias hijas del agua,
cálidas
caricias en los fríos inviernos
entre
amores verticales, cristalinos y auténticos.
Mi
pecho se agranda, se agita,
siente
la presencia de tu amor
en este secuestro furtivo,
nuestros
corazones se unen
y en
silencio nuestras manos
se
entrecruzan en el aire,
en
voluptuosa danza
entre
sombras sin paisajes.
Y todo
cambia en nuestro existir,
los besos son únicos,
son
nuestros
y como
cómplices
del delicioso amar los dos,
atónitos,
vivimos el hoy,
el ayer
y el mañana en un encanto
y
esdrújulo sueño elegido en ondas del viento.
Arropados
y somnolientos
nos
elevamos al más allá,
solos
con nuestras voces y sonidos,
seguros
de amarnos por siempre.
Soñando luces
Soñando
luces
que nos
encandilan
en esta
noche oscura y nuestra,
somos
una luz
que se encuentra con otra luz
y queda
iluminado el mundo
sin que
nada se toque.
No
sabemos ni el dónde
ni el
por qué.
La
ternura de todos los surcos
se han
quedado enredados
en
nuestros pasos
y los
dulces instantes vividos
siguen tenues
en
nuestras almas vibrando.
Soñando
luces,
la emoción que brotó de nuestras vidas
que fue
manantial desbordado
ha tomado la ruta del alba
y ahora
vuela por todos los prados.
Ya la
noche se fue
pero
quedan las luces
que con
destellos dorados
iluminan nuestra mirada,
queda el velo
que al
recuerdo se enlaza, apretado
y nos mira en estrellas semidormidas
desde
el cielo en nosotros rondando…
Soñando
luces,
que parpadean
al son de nuestros besos,
aquí en
nuestras manos,
allí,
dentro de nuestras almas,
perviviendo
el prodigioso saber
que nos hallamos juntos, muy juntos,
sin
sufrir memorias de dolores pasados.
Nada de
este milagro es recuerdo
porque el recuerdo es la pena de sí misma,
la tristeza del tamaño del tiempo
pero en
nosotros,
todo es eternidad, relámpago.
Soñando
luces,
sólo
vale vivir de cara hacia ese dónde,
queriéndolo,
buscándolo.
Soñando
luces,
como
centellas de plata
la
noche surcan
y al
surgir el alba
las nuevas emociones se atan
como
manojos de flores recién nacidas.
Todo
sabe a canciones y a fruto
como un
cáliz de eterna dulzura.
Se ha
quedado tu vida en mi vida
como el
alba se queda en los campos.
Soñando
luces,
anudamos emociones,
sorprendemos sonrisas
entre
nuestras manos caídas
desde
el pájaro más vivo
que se
asoma
a mirar
nuestro viaje alado.
Por
encima del mundanal ruido,
una
larga ilusión se fue rondando
e
inclinó la sombra de nuestras mentes
en el rayo de luz de nuestros regazos.
Soñando
luces,
todo el
Cosmos se abre a nuestro paso,
iluminando
nuestras huellas
que
transitan
por el
sendero brillante del amanecer.
Nuestra
vida estalla en caricias,
en
canciones inesperadas
y
nuestras almas no pueden
alcanzar
el silencio del poema sin palabras
y saltan por nuestros labios
hechas polvo de vibraciones íntimas.
Soñando
luces,
despejando
senderos oscuros
con
diáfanas y puras emociones
entre canciones felices
y el
dolor nunca se dará cita
con las
pintura transparente del cielo.
¡Soñando
luces,
en todo
nuestro existir,
arpegio
divino
que nos
une
en
espejismos de grandeza!
Palabras al viento
Palabras
al viento,
se
fueron tras la cálida brisa,
dejando
en su eco,
susurros
en mi alma.
Palabras
al viento,
se
llevan mis monosílabos,
mis
frases, mis palabras quedas,
mis
versos de amor,
¿a dónde llegan?
¿qué
buscan?
Se maduran
los mundos a su llegada,
nada se
puede ver ni tocar,
sólo
están arremolinadas,
sueltas,
desmadejadas,
deshilachadas,
destejidas,
pero
aún frente a todo,
son
Amor, Amor único
que
recorre el orbe,
dejando
estelas
y
perdurando en corazones
puros y
embelesados.
¡Santas
palabras!
Bajan
por los tiempos milenarios,
necesitadas
por almas
como
tenues alas
viniendo
del ayer hasta el hoy
y yendo al mañana.
¿De qué
lejos, misterioso su vuelo arranca,
nortes
y sures, orientes, horizontes sin fin?.
Palabras
al viento,
como
innúmeras sombras calladas
llegan
a ti, mi amor,
cada
día más sentidas,
cada
día trasmitiéndote más
mi todo entero,
nunca
desaparecen
ni se
escapan.
Y entre
temblores de risas,
como
voz de vigía gritando
¡Tierra!
llegan
una a una
a
acariciar tus labios,
tu
rostro, tu cuerpo
que
siento ya mío.
Palabras
al viento,
todas en un sol tras otro
se
vuelven claras, soñando,
cantan
delante, detrás de ti,
ofreciéndose
sin guardarse nada,
onda
tras onda,
rompiéndose en mil,
cien
sílabas en tus brazos.
Palabras
al viento,
se
esfumaron de mi vida
como la
niebla al amanecer,
para
llegar a ti, mi amado amante,
así es
su destino y
¡qué
confusión,
sin
ellas me siento perdida,
mis
sentidos se bloquean
y mi
cuerpo empieza a temblar!
Pero…
sueño o realidad,
las
palabras no se han perdido,
fueron hacia ti, en secreto,
en
suaves movimientos,
llegando
a tu mundo interior,
bloqueando tus sentidos
y
haciendo que tu cuerpo temblara
tan
sólo de escuchar sus susurros.
Palabras
al viento,
libres, airosas, juguetonas, necesitadas,
atraviesan
cielos y cantos,
mares y
horizontes,
ecos y
silencios,
fronteras
y murallas,
van a
encontrarse,
a
inquietar o a asombrar
al
revelar lo sentido y expresado
en todas las emociones
que
ellas conllevan
pudiendo
fundir tu corazón
en un
profundo acto de amor.
Palabras
al viento,
en
volandas te envían belleza,
alegría,
paz
que
trasmiten en su canto
la verdad de nuestro existir.
Palabras
al viento,
vírgenes, radiantes,
van
como fulgores en monosílabas,
trisílabas, frases
en busca de la aventura
de
estar en ti
entregadas
una a una
en tu
corazón apasionado.