Y tú ¿por qué? Apareciste de la nada,
en un aire matinal en un tiempo indefinido.
Tú no puedes quererme, estás allá,
Muy lejos, arriba del horizonte
Y para consolarme me envías sombras, mensajes,
simulacro,
Todos tan parecidos como si fueses tú.
Entre figuraciones vivo, de ti, sin ti.
Me quieres, me acompañas en mi soledad
Inquieta, ansiosa, libre de equivocaciones.
Yo vivo de sombras, entre sombras, esperándote a ti.
La noche es la gran duda del mundo y de tu amor.
Necesito siempre que el día en cada instante me diga
Que es el día en que tú estás pensando en mí.
Y tú ¿por qué? Te convertiste en parte de mi vida,
En mi inspiración de poemas que viven en pliegos de papel
salpicado de mis palabras de amor.
Sobre el blanco monótono del resto caprichosas señales,
signos , símbolos, representando el amor que por mis poros
surge como una lava ardiendo lentamente por el alma mía.
Y un rojo encendido aparece en la hoja,
algún verde sedante, el resto un pertinaz
desperdiciado blanco sin escalas ni letras esparcido.
Y tú ¿ por qué? Apareciste en mi otoño
con tu orquesta de palabras con súbitas claridades.
Tu palabra en mensajes escondidos y secretos,
canta como ajenjo que va y vuelve sin moverse
como un solar de voces heredadas,
savia secreta se aguas en descanso.
Te quiero a mi lado invisible y distante,
Con el aroma de tu viril y fuerte.
No sé por qué apareciste en mi vida
¡Vete ya!
No todo es posible,
De lo contrario el amor se convierte en lucha encarnizada.
“Durante
horas
Compusimos
y arreglamos cantares,
pero el tiempo feroz
hizo que cantara a solas
la canción que no termina “
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