Páginas

miércoles, 1 de marzo de 2017

Paradoja del amor


Alguna vez,
aunque tarde,
mi verso debía decirte
lo que para mi has sido,
inseparable amor de mis pensamientos
y a la vez al que le hago llegar
mis palabras, sueltas,
juguetonas de vida,
mis versos más sentidos.

Paradoja de amar
de dos maneras diferentes,
no contradictorias,
sino compartidas
en una ternura insólita,
delicias de amar
entre locuras disímiles
y verdaderas.

Ayer tan cerca y hoy
¿porqué tan lejos?
Paradoja de quererte,
eres tan lejano,
tan inalcanzable.

Yo soy sólo un silencio
en tu recuerdo.

Paradoja del amor,
sentimiento incierto
que te lleva a flotar
entre las nubes o te desliza
a lo profundo del amor.

Mar de tristezas o alegrías,
de lágrimas o sonrisas,
de ilusiones y de quebrantos
que se fortalecen con la tormenta
y se quiebran con la risa.

Paradoja del amor,
eres el espejismo que da de beber,
eres el agua que no sacia la sed.

Única con el inaudito
poder de producir en el corazón
un ocaso y un atardecer.

Paradoja del amor,
eres el mantra de la humanidad,
sólo tú puedas hacer convivir
en una sola alma
dos sentimientos tan diferentes
como son la angustia
y la calma en un solo latido.

Tus recuerdos
arrancan sonrisas y lágrimas,
haces fuerte al más débil
y débil al mas fuerte,
sólo tú puedes desbordar de pasión
al más frío corazón.

Paradoja del amor,
tan volátil como una llama,
tan constante
como la salida del sol cada día.

Eres un vacío
que sólo puede ser llenado
con tu presencia,
tú mantienes la distancia,
yo me acerco muy despacio
y al sentirte cerca de mí,
la felicidad buscada se acerca,
me roza, me da alas al corazón
y me lleva con el viento hacia ti,
con mil jugarretas y piruetas
para que la paradoja del amor
llegue a su fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario