Páginas

lunes, 10 de abril de 2017

El tercer beso


El tercer beso,
 el que se desliza sin saber a dónde,
suavemente,
como una leve caricia tibia y cálida,
lleva entre sus labios
el mensaje secreto, único,
de tu amor por mí.

Entre tu verdad más honda y yo,
me entregas siempre tus besos.
La presiento cerca,
ya, la deseo, no la alcanzo,
cuando estoy más cerca de ella,
me cierras el paso, tú,
te me ofreces en los labios
y ya no voy más allá.

Tú triunfas, olvidas,
besando tu secreto encastillado.

El tercer beso en la frente,
es más seguro,
los labios ceden, rinden
en forma al otro labio
 que lo viene a besar.
Mientras me mirabas y yo te miraba,
se detuvo el tiempo en medio instante,
el amor me llamaba y yo le obedecía.

Mientras me susurrabas
y yo te amaba
se alzaron los sentimientos,
 mandó tu voz,
el cielo se hizo visible en tus ojos
y yo renuncié el querer en tus labios.

El tercer beso,
preámbulo de una mirada,
para llegar como lluvia
a un frenesí de besos,
una lujuria de sentimientos.

Fue un instante sin fin,
 sin tiempo para soñar.

El tercer beso,
es el que trémulo y ansioso, vacilante
es el que quiere besarme en tu ausencia sin labios.
Besos me entregas,
sin ruido, esquivos a veces,
dulces otras,
como un gran fruto redondo,
 aquí en mis labios.

En el paraíso de tus ojos me pierdo
porque estoy perdida,
en la paz de tus labios,
me encuentro porque estoy contigo,
en el universo de tu alma vivo
con mil sentidos, en ti, vivo, amándote.

El tercer beso,
el que sabe a silencio y a sueños,
con melodías de ternuras
y tacto de deseo,
sabes a mi mundo,
a todo lo que anhelo,
sabes a amor, a mi amor.

Ten presente que un día el beso tuyo,
va a nacer de lo que estás escondiendo
y te saltará todo a los labios.
Y lo que tú me niegas
me lo entregas,
me lo das sin querer,
donde querías negármelo.

El tercer beso,
despacito, sonrosa la piel,
disfraza levemente
la defensa absoluta del ser último.
Besas mi rostro, mi frente
y me siento la más amada,
la más distante, la más última,
ésa que ha de durar, secreta,
cuando pasen mis labios, tus besos.

Quiero el amor, libre, suelto,
sin sombras, sin puertas
con trabas ni cerrojos
para vivir en ti sin temor
a lo que yo más deseo,
 a tu beso, a tus abrazos,
a tu solo cuerpo posible,
a tu dulce cuerpo pensado.

Dime, ¿por qué tarda tanto
en llegar ese tercer beso,
el anhelado, el sólo mío,
el que mi corazón espera
 porque sabe que hay algo en él
 que es saber que tú quieres dármelo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario