El abrazo de la luna en el cielo,
ya clareando,
se dibuja finita,
la luna que ilumina
todo mi amor por ti.
Claro de luna,
me haces tuya
en las praderas vírgenes
de tu armonioso amparo.
Con tu abrazo cierro
la poesía de mis ojos,
te revelas en mis sedas blancas,
sonata de primavera,
bálsamo de fineza.
El abrazo de la luna que se refleja
en las quietas aguas del mar
con plateados brillos
llevándonos al mundo del amor.
Desde el vacío
tú y yo
flotamos en una nube mágica,
en un apretado abrazo
cobijándonos bajo las estrellas.
La luna,
amante del mar,
nos lleva con su serenidad y armonía
a amarnos más cada instante
y nos hace ver en el espejo
eterno de la felicidad
y el cielo nos cubre
con su manto regocijante
de luz amanecida.
El abrazo de la luna,
imprevisto e inesperado,
sin saber por dónde asomará
para llevarnos de improviso
al día del amor,
ilusión antiquísima,
pero lúcida y transparente
de todos los amantes.
El abrazo de la luna
tan sabio e inocente
como en un cerco de aire
nos absorbe en una red
para ser cómplices de las promesas
que nos hicimos
en inmensos momentos de afecto.
El abrazo de la luna,
nos lleva a vivir completamente
en un idilio que el tiempo no ha de olvidar,
ni ha de borrar
las huellas del amor.
La luna,
en la playa,
cubre la arena que ha de ser nuestro
lecho de pasión
y de no vanas esperanzas.
¡Cantemos alborozados
nuestro himno al amor,
con nuestros cuerpos amando
en noches de impulsos
y de secretos!.
El abrazo de la luna,
tímido y a la vez audaz,
nos lleva a conocer
los más escondidos secretos
que habitan en nuestro interior.
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