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sábado, 17 de junio de 2017

Luz en las tinieblas


 Luz en las tinieblas,
 se asoma entrecubierta,
entre neblinas grises y oscuras,
en duras alamedas de cristal
donde el aire es triste,
me sigue y canta llantos de amor.

Necesito la luz,
el cielo amplio, el mar en calma
pero las tinieblas
como abismos sin fin
me hunden en tristezas y llantos,
me envuelven sin poder
ver ni un resquicio de luz
 aunque sea opaco y sin brillo.

Luz en las tinieblas, risas
y lloros sin flor, sin rumores
de alas en mis sueños.
Mis versos, mis poemas,
se esconden,
cada estrofa es una nube
y para flotar en ella
hay que tener luz de estrella
y corazón de amor.

¡Versos!,
 entre la luz en las tinieblas
con ímpetu alado ascienden
al ideal del alma enamorada
 y en las estrofas vierten el cielo
y la tierra cantando entre claros y oscuros
su canto de amor.

Luz en las tinieblas,
serenamente triste,
colmada de suspiros,
mi alma entre mantos de nieblas
y de misterios se viste
en noches solitarias
entre versos de angustia
 y fragosas tempestades
que el mundo me ha rodeado.

Luz en las tinieblas,
en la hora del recogimiento,
mi espíritu duerme
 en una duermevela sombría y torva,
sólo se apacigua
cuando ese pequeño rayo de luz
se asoma entre los acantilados oscuros.

Las nubes vespertinas se amustian,
los bosques tupidos se adormecen,
la humedad los torna grises
y en las colinas,
un vaho torpe y nublado
asciende hacia el más allá.

Luz en las tinieblas,
entre la azul altura del vasto firmamento
creo ver tu figura ágil y amada
llegar hasta mí,
asomándose entre los astros
cuyas luces divinas como miradas
pesan sobre mi pensamiento,
en mi corazón solo y cansado.

Y de sombras mi espíritu se anega
y entre las tinieblas
una voz se escucha que me dice:
¿Seguir? ¡Si no se llega!
Y seguir es luchar,
¡qué inútil lucha!
Ya sobre mi arpa,
ahogando sus rumores,
el tedio pesa y el silencio flota…

Ya no se escuchará
el reír de la vibrante nota.
Ya la luz de las tinieblas se extingue,
 la oscuridad total y absoluta
sólo me permite imaginarte a mi lado,
 ya nunca más
te besaré en la frente,
el sueño alado
no girará en mis versos.

Sólo aspiro a encontrar,
evitando el borde del abismo,
un noble amor sincero
que no me conduzca

a una realidad abrumadora.

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