Aquí estoy
Bajo la desgarradora
soledad de tu recuerdo consumiendo mis temblores,
devorándome mis gritos.
Bajo tu piel fantasmal y
traicionera,
que me ahoga desde esa
distancia tan presente.
Te siento.
Estás en mí como una
mariposa de fuego y de tormenta.
Me ahogas.
Me arrancas la carne en
cada abrazo.
Me desarmas el alma en
cada beso.
Ya no se definir en la
distancia si estás presente
y me matas con tu
ausencia.
O si en tu ausencia tan
fuerte y arrogante,
que vives presente en mil
formas afiebradas.
Aquí estoy.
Amor es el retraso
milagroso,
de su término mismo,
es prolongar el hecho
mágico,
de que uno y uno sean dos,
en contra de la primer
condena de la vida.
“La
soledad,
enferma de silencio,
goza
de salud”
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