PÉRFIDO
CORAZÓN
De
una mujer
para
un hombre
De
mí para ti
Pérfido
corazón,
con
hábiles maniobras
y
lastimando mis sentimientos
tu
ingratitud me invadió
hasta
lo más profundo.
Me
heriste con tus maliciosos juicios,
ignoraste
u olvidaste todos mis esfuerzos
para
darte lo mejor en tu vida.
Fuiste
un baluarte para mí
cuyos
muros cayeron por tu incomprensión
y
tus desalmados sentimientos.
Pero
aunque todo sea un gran todo,
trataré
de que parezca una nada.
No
quiero recordar tus perversos esfuerzos
para
herirme y lastimarme.
Rompiste
mi
corazón
con tu hábil indiferencia
pero cruzaste la línea con ladina porfía
y
supiste hacerme sufrir hasta que
un
manto de lágrimas cubrió mi pecho.
Ahora
ya no quiero
saber
más nada de ti.
No eres
nadie en mi vida, fuiste el todo,
mi
ternura, mi amor,
mi
protección, mis cuidados,
todo
eso ya ha desaparecido
en
el espacio infinito
de
la nada.
Todo
tiene un principio y un final,
lo
que sentí por ti se terminó
ahora
busco un sino, un sendero, una luz,
donde
refugiarme a curar mis heridas
las
que tú causaste
y
no me verás más,
para
ti desde hoy no existo,
soy
invisible.
Comprendo
que nunca comprenderás
el
daño que me hiciste
y
en algún momento de tu vida
cuando
yo ya no esté pensarás
en
tu actuación cruel y mezquina hacia mí
pero
ya no tendrá solución,
lo
pasado ya fue.
Empezaré
a vagar sola
encontrándome
conmigo misma,
buscando
donde está la verdad,
cuál
fue mi error, en qué camino de errores
me
sumergí para no volver a cometerlos
y
en el hondo silencio de la noche encontraré
las
respuestas aún dudosas de por qué recibí
estas
heridas sin haberlas creo provocado.
La
memoria del corazón
elimina
los malos recuerdos
y
magnifica los buenos
y
así podré sobrellevar
lo
que sucedió esa noche,
a
quien quise tanto
y
por celos, envidias, rencores,
me
destrató y surgió su furia
queriéndome
hacer pedazos.
Ese
hombre nació
de
mis entrañas, un fruto hermoso que colmó mi vida,
fue
lo más querido,
lo
más preciado
pero
hasta hace poco se transformó
por
los pasos de la vida en otro ser
deshumanizado
y sin sentimientos buenos.
Ya
la vida lo llevará
por
otros caminos,
donde
su corazón cerrado
se
abra al espacio sin fin del amor.
Yo
no lo veré ni lo sentiré,
pero
son mis deseos los que lo lograrán
y
podrá encontrar
el
camino de la verdad.
Cuando
la razón indica decepción
hay
que darle paso a la razón
para
que no sufra el corazón.
Desde
hoy mi tarea es
llevar
mi vida en alto,
jugar
con ella,
lanzarla
como una voz a las nubes
a
que recoja las luces que se me habían ido lejos.
Ese
es mi sino:
vivir
plenamente entre risas,
alegrías,
olvidos y amores
renovándome
cada día para
encontrar
la luz de la plenitud
llenándome
de gozos con alas por el aire
como
las mariposas o las nubes flotantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario