Amor
perdido,
¡qué
dolor!,
¿sabes?
¡Perder
al amor!
Es
como arrancarte el corazón
en
mil pedazos y toda la luz del alma.
El
amor se lleva en lo hondo de la sangre,
el
sol que te compaña y te reviste,
brazo
en que te apoyas por el camino incierto del vivir,
escudo
que te resguarda el pecho de muertes o borrascas.
Amor
perdido,
¡quiero
llorar entre escombros!,
nos
separamos tú y yo en la cuesta para siempre.
¡Algo
de mi luz en el polvo se ha perdido!
El
miedo a no poder encontrarlo
ahuyenta
de los ojos las palomas del sueño
entre
clamores de lloros y penas,
apurando
en la breve llama la inmensidad del tiempo.
Amor
perdido,
ha
de haber un portal sin cerrojos
por
donde podré entrar
y
como atisbando de a poco
te
buscaré entre la raíz de los quebrantos.
Otearé
para estar otra vez contigo
desde
las colinas cercanas y veré
el
fulgor que tú irradias desde la lejanía
y
así secarás las fuentes de mi llanto.
Amor
perdido,
en
la flor te recuerdo y amorosa te exalto,
guardando
en mis entrañas
los
bálsamos de tu amor
y mi
secreta lumbre que ilumina
de a
poco mi pecho cansado
se
refugia en el orillar del mar
bajo
las blancuras del astro.
Amor
perdido,
¡que
hundimiento del mundo!
Un
gran horror a columnas quebradas,
tiempos
sin imágenes,
cielos
intemporales,
entre
estíos e inviernos.
Amor
perdido se extinguieron las alegrías,
las
risas, las danzas,
pero
perduran las frases de amor,
aquellas
que te escribí con todo mi corazón.
Ahora,
sin
tenerte, todo va hacia atrás,
la
vida se va quitando frenéticamente horas,
minutos,
segundos de encima,
destejiendo,
galopando
su curso del lento existir,
queriendo
borrar recuerdos,
historias
para hacer otra vez
el
anhelo de volver a empezar otra vez.
El
futuro se llama ayer.
Ayer
oculto,
secreto,
escondido
entre verdes follajes,
de
esperanzas,
hay
que empezar otra vez,
reconquistar
la vida con toda el alma
y
todo el corazón detrás de aquellos otros ayeres conocidos.
¡Vamos
hacia el mañana entre estrépitos besos,
inventando
las ruinas del mundo,
de
la mano tú y yo
por
entre campos florecidos
de
amapolas ondulantes!
Y ya
no más amor perdido,
amor
encontrado entre tactos,
abrazos,
piel,
entregándonos
al palpitar de sentirnos juntos,
sin
caos ni penas,
sólo
luz y belleza del vivir.
Amor
perdido,
encontrado
entre la luz del alba y las estrellas escondido,
tendiéndonos
las manos para coger las nubes,
las
flores,
las
alas,
los
mil sonidos del aire
para
existir flotantes en el puro vivir,
salvados
por milagro de no estar más juntos
y
así estrenar el beso,
el amor,
sin
sufrimientos ni quebrantos.
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