Espero.
En las noches silenciosas y oscuras,
pienso en ti que
te has ido a hurtadillas
entre secreteos malsanos y tristes
a otros amores que
te buscaban sin cesar.
Me olvidaste,
yo no te olvidé,
recuerdo cada instante de nuestro estar juntos,
amándonos con tal intensidad
que el día se volvía de noche y la noche día.
Desespero.
Sí,
desespero por no
haberte podido decirte
¡adiós!,
todo sucedió en silencios prolongados y dolorosos,
sin una palabra
aún fingida de falsos sentimientos,
dejándome adolorida y triste,
mi corazón
sangrante y las estrellas fugaces lo traspasaban
llevándome a ese
mar interminable de lágrimas tristes.
Espero.
Siempre te llevaré dentro de mí,
recordaré los
dolores y las alegrías
mientras el mundo
se me hace nada,
te busco en mis
recuerdos mientras te amo en mi soledad
y acuno las canciones
que me cantabas
despacito haciéndome sentir amada.
Desespero.
Y sueño que todas las noches vienes a poseerme
y te pido que me
digas donde acaba el hilo negro
y donde empieza el blanco
y para olvidarte aprieto los dos hilos con las manos
en espera de que
el negro se vuelva blanco
y tú desaparezcas
de mi vida
y poder reponerme de este dolor sofocante que me asfixia
y no me permite amar otra vez
sanado mis heridas aún sangrantes.
Espero.
Mientras espero nuevas ilusiones,
esperanzas,
amores nuevos,
escribo versos,
poesías,
prosas que desgarran mi alma,
en intentos
imprecisos,
versos que simulan
estrofas,
como el primer verso que tú inspiraste,
pero sin ti,
mi numen vaga por
altos horizontes
porque tú eres la
poesía que se perdió.
Desesperó.
Amor,
entre la magia y el misterio de la vida,
vuelo hacia ese pasado del cual ya estamos alejados,
deseo parar el tiempo,
me fundo con la oscuridad y no la veo,
te imagino conmigo
buscándome.
Espero.
Ya no con anhelos e ilusiones que vuelvas a mí,
sólo espero con
infinita paciencia
que poco a poco te
olvide,
te vayas de mí y así poder amar otra vez
con calidez de alma pura
y podré mirar el cielo llevando dentro de mí el silencio
del mar,
el fragor de la tierra, la música del aire.
Mi pensamiento me llevará lejos,
hacia litorales
desconocidos, horizontes iluminados.
Percibiré el leve crujido de la naturaleza que me rodea,
amaré y buscaré la
paz
como única
esperanza y fuerza en mi vida
y te encontraré a ti,
la estrella que brillaba en el cielo para mí,
la que yo no veía
pese a que la noche era clara
y traía la luz a mi alma con un amor verdadero y único.
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