Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 13 de marzo de 2017
El arte de amar
El arte
de amar
consiste
en vivir
y el
arte de vivir
consiste
en amar.
Cuando
la palabra brota
refulgente
del corazón
trae suspiros hondos cuando florece,
es cuando en los ojos
nace la
estación
en que
las pupilas se iluminan de amor.
Nacen
de mi alma versos y estrofas,
formando caricias en mis manos
y
enamorada, fascinada totalmente
hago
del amor un sublime placer.
Siento
que mi corazón
me
exhorta a actuar
como su emisario
y mi
voz te susurra dulcemente
mis sentimientos cándidos
en la
luna frágil
de la tarde nuestra.
Sin
hablar, en un silencio distante,
nuestros
labios temblorosos de tentación
sentían
los latidos en ansias
verdes,
azules,
en
ondas para rendirse
en las
mieles de la pasión.
El arte
de amar nos eleva
a la cima más alta del más allá,
al
momento tan perfecto, tan sin par,
imposible
en lo mejor del placer
de
estar tú y yo juntos.
La
esencia del amor
está en
los ideales de la paciencia
entrelazando
mieles, pasiones intactas
como tejidos de hilos.
Es un
don, un diseño ideal,
meditando juntos
aprendemos
a amarnos más.
El arte
de amar
es
saber proteger y cuidar
esa
ilusión nacida sin saber
por
qué, frágil y perfumada
sin
atrevernos a tocarla
por
miedo a que desaparezca en la nada.
Amar es
una mirada que se enciende,
una voz
que penetra,
una
necesidad de caricias,
un
mundo de dulzura,
una sed
de ternura, es cantar y bailar,
respirar y sentir, abrazar y mecer.
Mirar
juntos esa puesta de sol,
escuchar
el murmullo de las olas,
volar
alto en el cielo
mecidos
por el suave viento.
El arte
de amar
es
proteger la vida,
vivir
momentos únicos e inolvidables,
compartir
alegrías y tristezas,
luchar
juntos siempre.
Quiero
llevarte en mis pensamientos
y
sentir tus brazos rodeándome
cuando
cierro los ojos,
diferenciar
tu aroma
y saber
que eres tú
quien
está aquí a mi lado,
demostrándome
que amar
es un
arte
que
llevamos siempre con nosotros
pero que tan solo desarrollamos
cuando
hallamos a ese ser mágico
que nos
arrebata una ilusión
para convertirla en realidad.
El arte
de amar
es
poder volar sin alas
y
sentir en el pecho perfumado
con
rosas y calas,
es
abrir un fino abanico
y
desplegar sensaciones
y
perderle el miedo a las emociones
cuando
los suspiros se vuelven canciones.
El arte
de amar es saber besar,
acariciar y encender la pasión,
es la
gloria a alcanzar
y eso
¡amado mío!...
eso…
eso es celestial,
en el
cielo monosílabo
de ser
dos queriendo vivir.
Soñando luces
Soñando
luces
que nos
encandilan
en esta
noche oscura y nuestra,
somos
una luz
que se encuentra con otra luz
y queda
iluminado el mundo
sin que
nada se toque.
No
sabemos ni el dónde
ni el
por qué.
La
ternura de todos los surcos
se han
quedado enredados
en
nuestros pasos
y los
dulces instantes vividos
siguen tenues
en
nuestras almas vibrando.
Soñando
luces,
la emoción que brotó de nuestras vidas
que fue
manantial desbordado
ha tomado la ruta del alba
y ahora
vuela por todos los prados.
Ya la
noche se fue
pero
quedan las luces
que con
destellos dorados
iluminan nuestra mirada,
queda el velo
que al
recuerdo se enlaza, apretado
y nos mira en estrellas semidormidas
desde
el cielo en nosotros rondando…
Soñando
luces,
que parpadean
al son de nuestros besos,
aquí en
nuestras manos,
allí,
dentro de nuestras almas,
perviviendo
el prodigioso saber
que nos hallamos juntos, muy juntos,
sin
sufrir memorias de dolores pasados.
Nada de
este milagro es recuerdo
porque el recuerdo es la pena de sí misma,
la tristeza del tamaño del tiempo
pero en
nosotros,
todo es eternidad, relámpago.
Soñando
luces,
sólo
vale vivir de cara hacia ese dónde,
queriéndolo,
buscándolo.
Soñando
luces,
como
centellas de plata
la
noche surcan
y al
surgir el alba
las nuevas emociones se atan
como
manojos de flores recién nacidas.
Todo
sabe a canciones y a fruto
como un
cáliz de eterna dulzura.
Se ha
quedado tu vida en mi vida
como el
alba se queda en los campos.
Soñando
luces,
anudamos emociones,
sorprendemos sonrisas
entre
nuestras manos caídas
desde
el pájaro más vivo
que se
asoma
a mirar
nuestro viaje alado.
Por
encima del mundanal ruido,
una
larga ilusión se fue rondando
e
inclinó la sombra de nuestras mentes
en el rayo de luz de nuestros regazos.
Soñando
luces,
todo el
Cosmos se abre a nuestro paso,
iluminando
nuestras huellas
que
transitan
por el
sendero brillante del amanecer.
Nuestra
vida estalla en caricias,
en
canciones inesperadas
y
nuestras almas no pueden
alcanzar
el silencio del poema sin palabras
y saltan por nuestros labios
hechas polvo de vibraciones íntimas.
Soñando
luces,
despejando
senderos oscuros
con
diáfanas y puras emociones
entre canciones felices
y el
dolor nunca se dará cita
con las
pintura transparente del cielo.
¡Soñando
luces,
en todo
nuestro existir,
arpegio
divino
que nos
une
en
espejismos de grandeza!
Noche larga
¿Por
qué la oscura noche es tan larga?
¿Cuál
es el misterio
de que
nos inunde
la
tristeza y la soledad?
En la
noche larga
la
sombra de los cipreses
es como
un grito en la niebla.
Se
alzan al cielo
sin
saber la razón
coro de
voces descalzas
que se
posan
sobre
las copas oscuras de los árboles.
Yo
sueño contigo, amor,
con que
tus manos
se van
perdiendo a lo lejos
como
dos trémulas alas
tras la
negrura del cielo.
Noche
larga,
sin ti
mi vida es soledad de soledades,
mi
corazón está solo
como un
rosal sin colores.
Si
viera tus ojos
en esta
espera apesadumbrada
volcaría la alegría
con
canciones de primavera
y se
trocarían en lumbres
mis
soledades en sombras.
¡Cómo
sueño las horas azules
que me
esperan
tendida
a tu lado,
sin más
luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu brazo!
Noche
larga contigo a mi lado
sintiendo
a mi amor florecer
en la mística voz de tu canto:
notas
tristes, alegres y hondas
que
unirán mi emoción a tu rapto.
¡Oh!
Noche larga, regada de estrellas
que
enviará desde todos sus astros
la más
pura armonía de reflejos
como
ofrenda nupcial a mi tálamo.
Noche
larga
que con
un velo de recuerdo
se
enlaza, apretado
y nos
mira en estrellas dormidas
desde
el cielo en nosotros rondando.
Se ha
callado la idea turbadora
y me
siento en el sí de tu abrazo,
ya la
noche no es tan larga
porque
convertida en un solo murmullo
se
interna en mi alma cantando.
Es la
noche una cinta de estrellas
que una
a una a mi lecho han rodado
y es mi vida algo así
como un
soplo ensartado
de
impulsos plenos y pasionales.
En esta
noche larga, mi amor,
se han
unido nuestras risas
más blancas que el blanco
y ¡oh
milagro!
en la
luz de una lágrima
se han
besado tu llanto y mi llanto…
Se ha
quedado tu vida en mi vida
como el
alba se queda en los campos
y hay mil pájaros vivos
en mi
alma en esta noche larga de amor
entre
cantos sin tristezas ni pesares.
Ya la
noche no es tan larga
tendida
a tu lado,
entre
tus caricias
y el
gesto de tu abrazo,
en tus palabras
cuelgan rumores
parecidos
al lenguaje
que
llevas en tu boca de agua,
desde
el más quieto charco
al más
agreste risco.
Esta
noche se ha ido casi aurora,
casi
ronda de luna entre montañas,
noche
rasgada al tiempo repetido
entre
esencias altas y claras,
circundando de emoción
mi
espíritu todo.