Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 14 de marzo de 2017
Plenitud sublime
Plenitud
sublime,
integridad
insuperable es vivir amando
como la
única razón
y la
verdadera expresión
de ser
la misma Vida.
Amor
tan sublime que nada expresa,
tan
inmaculado que brilla por el infinito,
así es el amor que por ti siento,
teniendo en mi laúd cantares
y en el
rosal de mi cariño, flores.
Plenitud
sublime de vivir,
amor que llena mi ser
con
infinita alegría,
pon en
mis versos el tesoro
de las
alboradas de plata,
de los
mediodías de oro
y de las tardes de escarlata.
Dame a
beber la poesía
en el
raudal de inspiración
que es
fragor de lucha
en el
día y en la noche meditación.
Plenitud
sublime, plétora excelsa
que
como un himno todo lo ennoblece,
todo se agranda a sus clamores,
el
firmamento resplandece,
la tierra
se colma de flores.
El
amor, el verdadero,
nacido
de mi alma sonora
con la
armonía de flotantes alas,
desciende
por diáfanas escalas
a
bañarse en la fuente bullidora.
Plenitud
sublime,
que
hace que la inspiración
se
colme de recuerdos excelsos
de los
momentos en los que estuve
entre tus brazos,
riendo
entre vibrantes notas.
Siempre
hay estrellas
que
brillan en la noche de mi alma
cuando
pienso en ti.
El
deseo y el amor
en un
instante de semblanza
nos
conducen al espacio
con las
alas de todas nuestras canciones
para
llegar hasta altas nubes
plenas
de radiantes ilusiones.
Plenitud
sublime,
grandiosa
en su clamor,
dilata
el paisaje y un temblor
de
encaje pone en el follaje.
Amor,
luz que el cielo envía
como
poesía de la noche fría,
luz
toda dolor
por ser
toda sueño de blanca belleza.
Plenitud
sublime, inesperada,
sorprendente, apasionada,
con
instantes de gozo y de pasión,
nuestras
almas se buscan
por
nuestro diferir
como
por un camino
donde
no hay despedidas.
Y al
final, el hallazgo, el contacto,
la
unión pura brotando como río sin cauce
en un
agua quieta
y sólo
estaremos tú y yo,
uno y
uno,
en un
solo rostro, amor, que les sonríe.
Plenitud
sublime,
en
lenta y arrobada calma
buscamos la unidad, labio con labio,
acunándonos
unidos en una paz cierta y plena.
En mi
sueño de poeta
me
visto de estrellas para brillar para ti
y nos
abrazamos unidos
en carruaje de cristal
donde
nos amamos con pasión
en
nuestro Universo de amor
en el
que el silencio nos une.
Ronda de pensamientos
Ronda de pensamientos,
en círculos concéntricos la mente divaga,
las palabras que traen pena,
otras palabras las limpia,
otro viento se las lleva.
Ronda de pensamientos,
se entrecruzan,
se entrelazan,
entre tiempos perdidos y encontrados,
susurran palabras de amor
que vuelan de la rama y del pájaro,
lentamente olvidadas renacen
en mi memoria feliz por los caminos
que creía yo cerrados.
Ronda de pensamientos,
entre arrullos y cantos de cuna,
claridad de luna,
brisa de jardín se llevan y te nombran a ti,
mi amado amante y abriendo tus alas
serenas adormeces mis penas,
alivias mis dolores y contigo vienen
a mi noche umbría embriagándome
con destellos de luz.
Ronda de pensamientos,
desde el disco lunar,
de la luz perlina,
en el silencio de los cielos,
tañen música de alas
y en la ronda se entrecruzan,
pétalos de pensamientos,
danzan,
revolotean en el aire puro
que las recibe con amor.
Ronda de pensamientos,
la felicidad me inunda,
las campanas doblan sus tañidos
para decirme que el amor llega ahora,
hoy,
para que la ventura humana
se colme de colores
y de gracias por existir.
Ronda de pensamientos,
el silencio se puebla de rumores
que emergen de las dichas grandes
que el ensueño envuelve.
Cree la ilusión que el cielo
es la laguna que retrata
los astros y la luna.
En el cielo de las noches de estío,
avanzan y me rodean mis pensamientos
que van hacia ti como
en una gran nave flotando en mi mente
y que de pronto se transforma
al golpe de los remos en agua de color azul,
límpida y pura
donde se refleja mi amor por ti.
Ronda de pensamientos,
entre mis manos colman mi ventura,
mis anhelos bailan al son de una melodía sin
fin
y mi humano corazón palpita pleno
de dicha que florece hoy,
en este siempre.
¿Adónde me conduce mi ronda de pensamientos?
Al pensamiento soberano,
a la celeste esfera,
¡a la Gloria !
¡a la virtud!
que es la medida única,
digna de vivir la vida.
Ronda de pensamientos,
son la alegría que como un faro de luz
de desigual intermitencia
me señala el enigma del puerto
donde tú esperas con ansias
para estar juntos.
Acertijos
Acertijos,
enigmas del amor,
secretos misteriosos,
impredecibles,
¿por qué el amor
puede ser una interrogante?
Porque todo se confunde
en un enigma de sentimientos.
Felicidad,
alma sin cuerpo,
¿dónde estás?,
se detiene el tiempo en medio instante
y tu presencia es ausencia.
Acertijos,
incógnitas donde el amor emerge
en una lujuria de pasiones
y un frenesí de besos.
Charadas que como jeroglíficos
se encaminan a rumbos dulces
que nos llevan a un puerto desconocido y lejano.
En mis sueños,
estamos juntos pero con olas,
brisas y soles,
te fuiste y me quedé sin tu amor.
¿Por qué no estamos juntos,
si nuestro destino es estar unidos,
sin arcanos lugares que nos separan?
Quiero que con tus caricias
mis ríos de pena y tristeza
vuelvan a su armonioso cauce,
pleno de amor,
en un paisaje dulce y vocablos desconocidos
que se vuelcan en nuevos versos para ti.
Acertijos,
¿adónde ir?
No a lugares recónditos ni herméticos,
sí a cielos azules y blancas arenas
donde nuestras huellas
como llamas de fuego
aviven nuestro regocijo y entrega total.
Éste amor es el dueño del tiempo,
de nuestro tiempo,
que hace eterno el silencio
para estar los dos frente a frente,
para ser uno solo entre dos.
Acertijos,
no más enigmas
ni oscuros pensamientos,
sí la luz brillante en nuestros encuentros
que nunca se terminarán.
Del horizonte suben ondas de resplandores,
nuestras almas se refrescan con brisas de ventura,
no más dolores ni gemidos.
Hagamos con nuestra sangre millones
de rubíes de luces temblorosas
para después volcarlos en lluvias milagrosas
sobre el nativo suelo que nos acoge
con loca profusión.
Templemos el diapasón de la tormenta
que ruge o de la brisa que suspira.
Deseos que se alzan en casta espuma
llevando la rima y las estrofas de amor
en policorde ajuste con la naturaleza prodigiosa.
Acertijos,
enigmas sin palabras,
glorias que nos llevan a nuestro mundo mágico,
entre cánticos y arrullos.
Ojos que se miran,
juegos de raudo amor en el aire
como llama azul que se colman de asombro.
Notas aterciopeladas
nos inundan de música de alas
y una agitación creciente
como un festivo clamoreo
nos lleva a nuevas pasiones.