Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 4 de abril de 2017
Nuestra historia
Nuestra
historia,
sólo
nuestra,
la
vivimos con total intensidad
por
cielos abiertos,
verdes
follaje,
flores
de jacarandá
en
campos de amor.
El
cáliz de ambrosía
que
alzamos juntos
nos
condujo al umbral
total
de la felicidad.
Nuestra
historia,
con
altibajos,
de
lejanías y cercanías,
de
discordias y armonías
nos
conducen a esta nueva existencia.
Nuestra
historia
que
como un río
que
corre rumoroso,
resbaladizo,
zigzagueante,
nos
lleva uno junto al otro,
viviendo
momentos
de
intensas emociones.
Los
dos,
unidos
como alondras,
nos
arrullamos en las noches
de
estío bajo cielo estrellado.
Nuestra
historia
en la
que somos protagonistas
de amor
de amores
entre
velos espumosos
de
azahares blancos
y
cerezos en flor.
Cuando
estamos juntos
siento
alas en mis ojos
y nubes
de música en mis manos.
Siento
en mis pies enloquecidas olas
y
jilgueros de viento en mi garganta.
Nuestra
historia nos hace acercar
uno al
otro y todo en nosotros quiere volar,
quiere
ir a un arroyo rumoroso,
quiere
enredarse
en un
balcón de arroyos grises
y
perfumes amarillos.
Nuestra
historia nos hace vibrar
y
acercarnos siempre aún desde lejos,
entre
alondras y palomas,
nos
atraemos desde la distancia
que es
verde y planicie pura
y nos
llevan a abrazarnos
entre
hojas frescas
y aguas
de espejos caminantes.
¡A fin
estamos juntos!
Y me
ahogan tus ramas de piel caliente.
Me
sacude el elixir de tus caricias
cual
sibilino pájaro de fuego.
Nuestra
historia aturde
todo
nuestros sentidos
y
queremos sentir
ese
cerco que nos rodea
y hace
confundir nuestros cuerpos,
nuestro
aliento,
nuestra
piel,
nuestros
ojos de humo
y de
mundo sin final.
Apaguemos
el viento que delira
y
nuestros temores indefensos
y
llegaremos juntos,
muy
juntos a la perfección del amor.
Ésta es
nuestra historia,
solos tú
y yo,
nuestro
cuerpo perfecto,
nuestra
historia de dos,
nunca
impredecible pero sí eterna.
Nuestro
amor es historia compartida
como
una huella que no se olvida,
una
lágrima en la almohada,
un
suspiro que no acaba.
Cuando
nos abrazamos,
tu piel
de nave humedecida,
me
sacude,
me
desdobla y me eleva.
Somos
dos,
nacerán
de ahí y de mí
nuestros
abrazos como nacen en tu boca
las
flores encarnadas
que
dejas en la mía.
Volaremos
juntos,
nos
tragará el viento
y
distancia luminosa
nos
hará soñar en que hoy…
tal vez
mañana…
quizás
un día los dos
estaremos
en nuestro nido de amor.
Te quiero junto a mí
Te quiero junto a mí,
recorriendo
el largo y serpenteante
camino de la vida.
Aunque el cantar de los grillos,
el murmullo suave del viento
y destellantes astros del cielo
me acompañen en estos momentos,
te quiero junto a mí.
Te quiero junto a mí,
alegre y apasionada
nunca podré ser
si tus besos en mis labios
no puedo poseer.
Te quiso y no puedo dejar de
quererte,
no puedo olvidar tus besos
ardientes.
Te quiero junto a mí,
los crepúsculos danzan en el
cielo,
busco tu voz en todas partes
y no la encuentro,
pido ayuda al viento,
lanzo un grito al cielo
¡te quiero!...
¡mi amor,
te anhelo!
Te quiero junto a mí,
te necesito,
quiero que sepas
que eres todo para mí,
si estamos juntos,
aceleradamente la noche
moviliza brisas tiernas,
se cubren las enredaderas de
jazmines
con vergeles súbitos y se
dibujan,
diestramente,
arabescos celestes
con luceros en nuestro cielo.
Te quiero junto a mí,
lo fácil en el alma
es lo que tiembla al sentirla
venir
y estar muy unidos,
tú y yo
sintiendo el temblor
de la dicha anhelante
de verse conquistada.
Quédate junto a mí,
ninguna distancia podrá borrarte,
no hay imposibles para los dos,
toma mi mano,
no te voy a soltar
porque sería como romper una
promesa,
lazos invisibles que nos unen
desde el más allá.
¡Qué sencillo el gran milagro
de estar juntos,
muy juntos,
tú y yo!
En esta luz del poema,
todo,
desde el más nocturno beso
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro.
Te quiero junto a mí,
gran escenario,
horizontal silencio
que va a llenarse todo,
porque unos labios
se abren suavemente
y nuestras voces desnudas
se dicen a sí mismas,
inolvidables.
Te quiero junto a mí
y así surgirán de la nada,
del espacio vacío las letras
de nuestro cántico,
autores lentos
somos de alegrías de la vida
que el suave viento alza
y las entrega al mundo
que las espera
en las altas madrugadas del día.
Te quiero junto a mí,
consumación feliz de tanta ruta,
último paso,
amantes,
pies en el aire que lleva amor
a donde amor espera.
¡Somos imágenes
que inclina su hermosura
sobre espejos que nunca las
reflejan!
Me dices que mis ojos brillan
como la luna
y que mi belleza es como el mar,
eres la mujer que quiero amar,
por esto te quiero junto a mí.
Causalidad extraña
Causalidad extraña,
te conocí
y en ese instante mi vida cambió,
te cruzaste en mi camino
y juntos vimos muchas lunas
pasar.
Nuestras almas no se encontraron
y comenzaron a entonar cantos
extraños
que anunciaban en la noche del
alma
una aurora nueva
donde en las páginas en blanco
fueron apareciendo frases,
palabras,
versos de amor
plenos de frescura y júbilo.
Causalidad extraña,
todo tiene una razón,
un por qué,
que nos elevan en suspiros
por los aires de colores
y notas sincopadas.
Es que el amor,
extraño sentimiento,
nos une en un todo
y es en vano luchar.
¿Adónde iré sin ti?
no quiero el vil causal de dolor
y pena en mi alma,
te quiero a ti
para que juntos recorramos
nuestros caminos.
Causalidad extraña
que al encontrarte inspiraste
en mi alma sonora,
flotantes alas plenas de armonía,
silencio azul en las etéreas alas
con un ritmo sin fin,
que descienden por diáfanas
escalas
el juego de palabras y de ideas.
Extraña sensación,
por ese algo que nos hizo
encontrar,
sembrando en mi mundo interior
un amor puro y verdadero
que me hizo nacer versos de
adentro,
de allí,
que son para ti,
si no los quieres,
separando la estrofa
te los puedes llevar.
Causalidad extraña y feliz,
tu aroma me envuelve,
tu silencio escucho y en mis
versos
quedo inmóvil esperando
que te envuelvan.
Causalidad extraña,
te siento lejos y estás conmigo,
te siento a mi lado
y estás muy distante,
somos la luz de dos.
Mis versos giran en mi sueño
alado
y se posan en tu frente
como un beso perfumado de
alelíes.
Causalidad extraña
que deja en mi alma soñadora
lirismos cultivados en vergeles
florecidos
donde el corazón en el ensueño
se inspira y vuela al espacio
con las alas de todas mis
canciones
sobre nubes de ilusiones rosas.
Causalidad extraña,
como dos estrellas errantes
en el inmenso cielo,
profundo y luminoso
nos encontramos para amarnos
en pleno vuelo.