Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 17 de junio de 2017
Luz en las tinieblas
Luz en
las tinieblas,
se asoma entrecubierta,
entre
neblinas grises y oscuras,
en
duras alamedas de cristal
donde
el aire es triste,
me
sigue y canta llantos de amor.
Necesito
la luz,
el
cielo amplio, el mar en calma
pero
las tinieblas
como
abismos sin fin
me
hunden en tristezas y llantos,
me
envuelven sin poder
ver ni
un resquicio de luz
aunque sea opaco y sin brillo.
Luz en
las tinieblas, risas
y
lloros sin flor, sin rumores
de alas
en mis sueños.
Mis
versos, mis poemas,
se
esconden,
cada
estrofa es una nube
y para
flotar en ella
hay que
tener luz de estrella
y
corazón de amor.
¡Versos!,
entre la luz en las tinieblas
con
ímpetu alado ascienden
al
ideal del alma enamorada
y en las estrofas vierten el cielo
y la
tierra cantando entre claros y oscuros
su
canto de amor.
Luz en
las tinieblas,
serenamente
triste,
colmada
de suspiros,
mi alma
entre mantos de nieblas
y de
misterios se viste
en
noches solitarias
entre
versos de angustia
y fragosas tempestades
que el
mundo me ha rodeado.
Luz en
las tinieblas,
en la
hora del recogimiento,
mi
espíritu duerme
en una duermevela sombría y torva,
sólo se
apacigua
cuando
ese pequeño rayo de luz
se
asoma entre los acantilados oscuros.
Las
nubes vespertinas se amustian,
los
bosques tupidos se adormecen,
la
humedad los torna grises
y en
las colinas,
un vaho
torpe y nublado
asciende
hacia el más allá.
Luz en
las tinieblas,
entre
la azul altura del vasto firmamento
creo
ver tu figura ágil y amada
llegar
hasta mí,
asomándose
entre los astros
cuyas
luces divinas como miradas
pesan
sobre mi pensamiento,
en mi
corazón solo y cansado.
Y de
sombras mi espíritu se anega
y entre
las tinieblas
una voz
se escucha que me dice:
¿Seguir?
¡Si no se llega!
Y seguir
es luchar,
¡qué
inútil lucha!
Ya
sobre mi arpa,
ahogando
sus rumores,
el
tedio pesa y el silencio flota…
Ya no
se escuchará
el reír
de la vibrante nota.
Ya la
luz de las tinieblas se extingue,
la oscuridad total y absoluta
sólo me
permite imaginarte a mi lado,
ya nunca más
te
besaré en la frente,
el
sueño alado
no
girará en mis versos.
Sólo
aspiro a encontrar,
evitando
el borde del abismo,
un
noble amor sincero
que no
me conduzca
a una
realidad abrumadora.
Susurros Del Alma
Susurros
del alma,
están
en mí,
como
una lluvia de suavidades indefensas,
íntimas
que
claman por sacarme
de mi
rutina diaria y solitaria
para
arrastrar mi sed de verme
en el
silencio de tus miradas grises.
Susurros
del alma,
calmos,
cálidos, íntimos
que como una brizna viva
me
acercan a tu lejano letargo de cariño
para
nacer en tus atardeceres
bajo el
canto de tus besos
en la
danza de tus brazos
en el
ritmo de tu anhelo en flor.
Susurros
del alma,
encienden la leña
de tu
cuerpo de mármol perfumado
para
recibirme
entre
las lenguas encendidas de tus manos,
pero
son sólo sueños,
son
pasados tibios
porque
son futuros limpios.
Pienso
en tus brazos de estatua,
esculpidos
por la pasión fresca
de mis
formas tuyas.
Susurros
del alma,
murmullos
sutiles, dedicados,
que llegan de improviso,
rumoreando frases de amor
entre jacarandaes madurados en la distancia.
Los
siento llegar como mariposas
al
vuelo de fuego y de tormenta
en mi
alma juglaresca,
en mi mente de fantoche apabullada
y me
arrullan en mis horas muertas
esperándolos donde busco
tu
figura desdibujada y deslineada.
Susurros
del alma,
los
quiero junto a mí,
sintiendo
las caricias
no como
un viento indiferente,
sí con
besos ardientes y apasionados,
jugueteando
en mi carne muda de cariño.
Susurros
del alma,
los siento aflorar en todo mi ser,
esperándolos
expectante en mi silencio
colmado
de ti,
como un
juego puro, sencillo.
A veces
se me olvida
que
vivo de milagro el amor fabuloso
que me
inunda ingrávido sobre tu recuerdo
con
corazón de magia
sintiendo
la ilusión de que nada nos cuesta nada.
Que el
hecho más simple,
el
primero y el último del mundo
fue querernos.
Susurros
del alma,
viven
en mí como luces extrañas
que
buscan el amor,
ese, el
anhelado, el verdadero,
el que
busco torpemente
con una
cálida fuerza extrañada.
Los
espero tropezando con el cielo,
entre
papeles que esperan
mi
prosa de amor inspiradas por ti,
mi amado amante.
Susurros
del alma,
los
abrazo tiernamente,
se
acercan con gracia,
con un
querer ansiado,
traen
un sueño, un sueño único
que
siento todo trémulo
por
haberlos esperado siempre.
Susurros
del alma,
entre
tibias memorias, sin contornos,
entre
lirios y verdes valles,
tientan mi recuerdo y mi albedrío
haciendo
nacer en mi suelo
hasta
tu frente
una
hiedra de amor enternecida.
Renacer cada día
Renacer cada día,
en un amor de éxtasis en noches encantadas
sintiendo el mágico sentir de la vida
donde el tiempo se escurre entre mis dedos.
Quiero sentir contigo las tormentas
triunfales
incorporándonos hasta los truenos
y columpiándonos en sus hilos dorados.
Renacer cada día, ofreciendo mis más íntimos
madrigales de amor
a ti,
mi amado, llevándote
por los misteriosos laberintos de mis
sentimientos.
Mi tiempo de canto versado ha de seguir,
entre mis prosas he guarnecido de auroras mi
soledad,
levantando mi voz con cuerdas de resonancia
en mis manos.
Renacer cada día, evocando odas
y caminando por líneas de pasión entre
mayúsculas de libertad.
Amo la naturaleza junto a ti,
cuando busca su calor la solitaria gota de
rocío
en el pétalo de una perfumada flor.
Al fondo de los profundos océanos astrales
buscaré en pos de la potente luz
que exigen nuestros espíritus,
abrigando ilusiones en las noches de
euforia,
plasmando los sueños en hojas sueltas,
flotantes, que el viento agita llevándolas a
tus manos.
Renacer cada día
en
poemas que envueltos en su crisálida aspirante al vuelo,
en su gozoso existir nos unen entre frases
de amor
que van brotando florecidas.
Renacer cada día contigo a mi lado,
tú estás en cada espacio de mi esencia.
Si respiro tus sueños despierto en tus
pensamientos.
Soy la que ya no vive si no estás a su lado.
El amor surge en cada amanecer,
esperando renacer cada día, llenando mi alma de amor.
En cada palabra, en cada frase de amor,
expreso lo que siento en mis horas
solitarias
en las que no dejo de pensarte.
Clamo por ti mi amado amante, tú eres la luz
de mi esperanza
y tú mirar me enciende y me arrebata.
Renacer cada día, donde evoco tu presencia
y mi alma ansiosa en melodías te envía como
mensajes,
letras de amor, por todo lo que por ti siento,
brotan entre suspiros nostálgicos
donde se esconden las prosas que tú
inspiraste,
mi numen, el único y verdadero en mi vida.
Renacer cada día, sin rendirnos jamás.
En volandas, en un equilibrio estremecido,
me alzo hacia el azul cielo
en un puro silencio de nuestro existir,
en una gran pausa entre vida y muerte
porque así se crea el escenario de un gran
amor.
¡Qué mágico milagro de nuestro destino
que nos estremece en este vivir gozoso!