Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 14 de septiembre de 2017
Deshojando margaritas
Deshojando
margaritas,
sus
pétalos blancos, amarillos,
van
tenuemente volando hacia ti,
a
tu rostro amado
en
medio del campo floreciente
entre
vergeles frondosos de pastos tiernos.
¿Qué
te dicen sus pétalos de mí?
¿Te
preguntan quién eres?
¿Acarician
tus labios?
Deshojando
margaritas,
entre
te quieros y requiebros,
mi
amor se alza en vuelo
esquivando
temores, dudas, penas,
sólo
voy hacia ti
guiada
por mis margaritas puras y vírgenes.
Con
un te quiero mucho poquito y nada
voy
por la vida enamorada y feliz.
¡Viva
el amor!
La
vida es el verbo vivido del amor.
Las
margaritas tiemblan
en
mis manos cuando te ven.
Entre
mis brazos las acuno y las beso
sintiendo
su perfumado aroma
que
inunda todo mi cuerpo
que
va en tu búsqueda.
¡Vuelen
pétalos de margaritas!
¡Vuelen
lejos!
lleguen
a lugares donde el amor es necesitado
para
que todos nos amemos
y
sintamos el gozo del vivir.
Cubran
como un manto blanco, amarillento,
entre
velos envolventes todo lo que nos rodea
en
el floreciente rocío de los amaneceres
luminosos
de este mundo,
dejándonos
como un eco resonando
por
los rincones como rocío de luna
en
este tiempo que nos atrapa.
Y
aquí estamos en el camino primaveral
donde
se conjuga el tiempo y el beso
donde
la inocencia salpicada de te quieros
susurran
en el aire llevándolo por doquier.
Margaritas
deshojadas,
lleguen
lejos hasta él,
no
se reduzcan
al
estrecho espacio de mi verso
recorran
el paisaje perfecto del amor
donde
todos estamos reunidos
por
la calma primaveral
que
acarician nuestros rostros.
Pétalos
de amor recorran
los
caminitos del mundo,
vuelen
con la brisa de la mañana
llevando
el mensaje de que la vida
merece
vivirse
y
que el amor existe, existió
y
existirá por siempre.
Regreso a ti
Regreso a ti,
desde el silencio
verde del árbol
y los muros que
fuertes defienden
contra los vientos
Regreso a ti
mi amado amante
desde tu mano ungida
de amor
hasta mis dedos que
se entrelazan
con los tuyos.
Tus ojos
que se abren en
follajes
anegan de esperanza
mis deseos
mientras recorro con
un sol enamorado
las largas avenidas
de tu cielo.
Regreso a ti,
pura, virgen,
anhelosa de tu amor
te nombro en voz
de silencio
recogido de tu boca.
Siento por ti
el color de la música
del viento
tan leve en extensión
que sufre el labio
al amparar su son
tan breve tiempo.
Regreso a ti,
ni sé por cuanto
tiempo,
quizás por un hoy o
un mañana
pero puede ser por un
siempre.
Mantendré con aguas
descendidas
por las fieles
veredas de mi pecho
en medido esplendor
de tu alabastro
y una hiedra de amor
te envolverá
sobre mi seno.
Regreso a ti,
a tu mirada honda y
penetrante
a tu amor lejano que
lo deseo cerca,
muy cerca
para que entre más
adentro
en la espesura de mi
cuerpo
y de mi alma.
Seré tuya por siempre.
Te entrego el cuenco
sellado
de mi gracia pura,
sangre del bienamor,
amor callado,
firme,
piedra de amor en mí
plantada.
Regreso a ti,
en puntillas,
por los aires,
con los pies y
piernas desnudas
para que me esperes
con tus fuertes
brazos alzados
y me conduzcas a un
nido entibiecido
que nos cubran con
enredaderas,
flores, follajes,
campanillas azules enredadas en mi cuerpo.
Regreso a ti, desnudo
está mi cuerpo
y sin harturas,
colando entre mis
dedos
mansa arena
y hacia adentro el
deseo reverdece
puliendo artesanados
a tu ausencia.
Recorre mis sentidos
sin orillas
un viento adolescente
en primavera.
La estirpe de mi
canto
y de la sangre se
levantan
y convocan su
apetencia.
Y ahora que te
nombro,
amado mío
y te reclamo,
no puedes arribar por
mis veredas
porque la noche
oscura y misteriosa
nos separa.
Suspiros del destino
Suspiros del destino,
¿a dónde nos llevan?
¿por qué se ciernen sobre mí,
como si mi alma fuera
tan solo un suspiro?
Me llevan a mi destino,
paraíso sin lugar,
isla sin mapa,
donde vivimos felices los amados,
los que amamos,
los que nos conducen
a una vida cierta y feliz.
Suspiros del destino,
en un puro volar sin hora,
quieta,
mi vivir es mi salvación
que sin saber por qué me lleva
a estar enamorada de la vida,
escribiendo siempre
en menudos pedazos de papel,
en pergaminos
trozados por el viento,
en páginas brillantes por el sol.
Milagro de vivir
lo sobrenatural de los suspiros
que colman mi destino
que quizás nacieron conmigo.
Es un prodigio tan íntimo
el que tú inspiras,
que hasta el color del cielo,
o tu voz,
o tu risa,
inunda mi vida en el aire
plenos de suspiros
surgidos del alma.
Las sorpresas del mundo
lanzadas desde lejos,
sobre ti,
mi amado,
como olas en mansa espuma blanca
a tus pies
se te quiebran,
dóciles,
esperadas
y a tu alma llegan,
desde el aire lejano,
mis suspiros de miel y amor.
¡Toda la vida es única!
¡Qué gozo que no sean nunca iguales
las cosas que son las mismas!
Suspiros del destino,
si el vasto tiempo entero,
río oscuro y sinuoso
se escapa.
en las manos nos deja
prendas inmarcesibles
llamadas días,
horas
en que fuimos felices,
enlazados
entre suspiros tiernos y dulces
Por eso los amantes
nos prometemos
los siempres
con almas y con bocas.
¿Y si no fueran los suspiros, suspiros?
¿Si los suspiros fueran
al estrecharlos y besarlos,
palpitaciones encendidas
entre el alma y el aire
como hilos finos y delgados
miedosos de ser escuchados?
Suspiros del destino
¿Y si hubiera otra luz en el mundo
para que nos condujera
despacio,
sin darnos cuenta
a otro destino más puro,
más fino,
más leve
que nos llevase a un mundo ideal?