Desarraigada,
su significado
profundo y hondo
hiere y lastima el alma,
trastorna mi mundo interior,
confunde mis amores
en desamores.
¿Por qué me siento
apartada,
alejada
del mundo que me
rodea?
Soy una emigrante itinerante,
mi lar está fuera del
real,
mi imaginación me transporta
a un mundo
donde vivo dando
amor,
traspasando barreras,
cadenas,
prejuicios,
críticas,
¿cómo no sentirme
perturbada
al vivir desconectada,
descuajada
de la rama alta del
ciprés
verde y frondoso,
cima en la que creí
vivir,
levantando vuelos cortos
y veloces
para regresar
al lugar que creí era
amada?
La vida tiende sus
redes
y en un instante
me siento dañada
pero, ¡ya no más!
No pueden arrancarme
de la luz
que me conduce a un
orbe nuevo
y maravilloso,
desprendiéndome de lo
que el amor
me hace escribir,
inundar páginas en
blanco
que me buscan desesperadamente
con ansias de volcar
en ellas
mis inquietudes,
mis sentimientos,
mis deseos de escaparme
a otro lugar distante
y vacío
donde encuentre la paz ansiada
en mis ideas locas
de estar enamorada de
la vida.
Desarraigada,
desterrada de este mundo real
para poder irme
al mundo mágico,
puro y límpido
donde nacen mis
prosas poéticas vírgenes,
sin causas ni porqués.
Desarraigada,
me voy,
no tengo tiempo de
volver a empezar,
de regresar a ese
pasado
cercano y lejano a la
vez,
debo volver al hoy,
plenamente,
entre cielos azules
y nubes de algodón,
entre desprecios de
lejanías,
mares transparentes,
turbulentos y calmos,
entre rojizas puestas
de sol
en el horizonte
lejano,
donde las nubes danzan
a su alrededor,
en silencios y
vientos calmos.
Desarraigada,
¿por qué ocurrió?
No lo sé,
son diferencias de
vida,
de sentir el amor y
de ser amados,
como ídolos de mármol,
duros,
impenetrables,
rígidos
y no con el corazón
abierto
para dar lo mejor de
mí,
de sentir cálidos
sentimientos
y brisas frescas
y limpias en mi
mente.
Ya me desprendí
de todo el manto de
llanto,
ahora sólo correré
tras la música,
las risas,
las bellezas del verde bosque,
el azul del mar
y los corazones
tibios y verdaderos
que se me acercan
y me acarician
con sus miradas dulces
y palabras tiernas
buscando en mí
el amor que aflora
sin saber por qué.
La pesadumbre se fue
lejos,
no quiero pensar en
los recuerdos
que me hicieron mal,
busco la luz,
quiero sentirme envuelta
en ese capullo que me
protege
entre palabras de
amor
en mi ser entero
y que la alegría me
invada entera,
no sintiéndome desolada
y triste,
si no plena de amor
para dar a raudales
por el mundo que me
rodea
y lo quiere recibir.
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