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miércoles, 17 de enero de 2018

Infinita Espera


Infinita espera, 
si no me tienes, 
si no estás a mi lado, 
mi sonrisa es fría 
y sólo queda 
un abrazo triste.

Inútil que te busque 
y te persiga
 debajo de la piel de mis sentidos, 
se mueven tus distancias como alas,
 ¿por qué no vuelven 
tus labios a los míos?
Infinita espera 
de amorosos recuerdos,
 tristezas lejanas, 
cariñosas memorias 
que vibraban cual sones de un esperar. 

Añoro la presión de tus manos, 
las noches de fiesta 
a tu lado.
Infinita espera,
 ¡cuán larga es esta desesperada nostalgia!
Días que brotan
 llenos de tu ausencia 
en la esencia de mi vida 
pasando a mi lado indiferente.

Infinita espera 
de luna plateada 
como espada en cuyo filo 
duerme el amor, 
me duele el alma 
donde anida el trueno
 cuando tu cuerpo 
se va 
como un rayo 
que no hiere, 
mata.
Mi melancolía se llena 
de añoranzas de pensar 
en tu voz dulce y armoniosa.

Infinita espera,
 tu mirada que añoro 
en mis noches solitarias,
 erizaba mi piel 
de claros reflejos 
de luces cálidas y tenues.

Me niego a despertar 
y no tenerte a mi lado 
detrás de tu perfume 
que se negó a partir.

En oleadas de vientos 
y humos 
renace la esperanza
 de que esta infinita espera 
llegue a su fin, 
tú vienes…

Y yo sueño que Hoy… 
tal vez mañana… 
quizás un día
yo estaré en tu destino, 
abrazada a ti 
como tu amada amante.

Infinita espera,
 llega de improviso
 el idilio esperado 
de vida sonriente 
al sentir tus pasos 
nuevamente.

Enséñale a mi boca 
que te nombra 
que has escuchado mis llamados 
para apoyar mi amor 
sobre tus hombros 
en la luz matinal 
que brilla de claros surtidores 
en la espuma de la esperanza 
de que la espera 
llegó a su fin 
y con sus nubes 
el poniente fragua 
y otro cielo rosado 
y verde oscuro 
en los espejos trémulos 
del agua
 nos reflejó a los dos.

El pálido rocío de tus ojos 
se encendió por altísimas veredas
 y al dar tu corazón 
el primer impulso 
volcó por mis sentidos 
sangre nueva.

Infinita espera, 
ya no existe, 
tu estás apoyado 
en la mañana 
llenándome de luz, 
de primavera 
mi alma ascendiendo
 la vida por tus hombros 
y en tus manos 
temblando una estrella, 
un aire estremecido de ternura 
llena mi mundo interior 
con tu presencia.

¡Vibrad liras sonoras del espíritu! 
La infinita espera ha terminado.
¡Álzate inspiración,
 la mujer poeta canta!

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