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miércoles, 4 de abril de 2018

Desdén



Desdén,
palabra no pronunciada
cuyo significado hace estremecer mi alma,
nunca lo sentí
en ningún momento de mi vida
hacia nadie,
pero en este instante
surgió en mi mente,
¿cuál es la razón?

Desdén,
es lo que conmueve las fibras
más íntimas de mi ser,
es el desaire que a veces por instantes
inunda nuestras almas
por el dolor que alguien nos provocó.

Si se acerca el desdén
muestro desprecio poniendo a prueba el ingenio
con sagaces aforismos
que me llegan subrayados
con significativas miradas de envidia,
celos, menosprecio,
a los que respondo
con total indiferencia
sin inquietarme un ápice,
sin juzgar actos y pensamientos malsanos,
me inunda una tolerancia objetiva
hacia su existencia
y por segundos me invade
un profundo desagrado.

Frío desdén,
mi rostro llevado del desprecio
y la diversión esboza
una expresión de ira y amargura
que dura tan sólo un instante
ya que vuelvo a ser yo,
la pura mujer poeta
que es totalmente ajena
al mundo material que me rodea.

Mantendré con aguas descendidas
por las fieles veredas de mi pecho
todo el amor que me inunda
cuando el cielo se afila
al conjuro de un sutil cosquilleo
de flautas que alejan
de mí sentimientos malvados.

La última estrella remisa
abandona su puesto de guardia
desde donde los ángeles
me protegen y cuidan
para que mi alma encendida y liviana
lleve su amor por doquier.

Desdén,
no estás en mí tratando
de sacarme de mi vida casta
para arrástrame con sed de verme
en el silencio del mundo
de las sombras miedosas,
delgadas, oscuras,
para que me interne en el inframundo
de lo desconocido.

No lo lograrás,
la luz brillante me envuelve
en el gran aire vacío de dudas,
dolores, penas y soledades,
entre azares sin respuestas.
¡Qué gran plenitud vivir en paz y armonía
desoyendo las palabras sin color,
tan vagas como las sombras!

Entre jazmines,
rosas, azucenas, alelíes,
están los nombres de los que no mienten
ni hacen daño ni te hieren,
mientras haya cantos en la oropéndola,
la vida es felicidad plena.
El futuro es distancia,
no deseo perderme en lo venidero,
quiero acercarme a mi presente
sin desdenes que me acosen
en las largas dulzuras del minuto
de tiempo al tiempo,
sin torpes atropellos,
entre quietudes y calmas,
el alma se enaltece
en búsqueda de la verdad.

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