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miércoles, 25 de abril de 2018

La puerta sin abrir


La puerta sin abrir

La puerta sin abrir, no tiene cerrojos,
no tiene trabas, no tiene candados
y dime por qué tú no las traspasas,
¿es que acaso el miedo te acobarda de encontrar tras ella
a quien te ama con verdadero amor?.
Pues, entra, el amor no espera mucho,
si tú no lo alimentas se hace invisible
y desaparece y ya no lo encontrarás más.
Aquí tras ella, estoy,
bajo la desgarradora soledad de tu ausencia
ahora amo mi soledad, a veces no,
pero somos seres de adaptación
y creo mucho en la resilencia.
Tu cobardía me confunde,
me deja perpleja, consumes mis temblores,
devoras mis gritos ante tu ausencia tan presente.
Es tan sólo tras la puerta que tu voz al oírse
clama por mí.
Un bálsamo errabundo
que no se atreve a buscarme.
¿Por qué tu actitud de loca indiferencia,
de no ser valiente frente al amor que todo lo puede,
que arrastra todo a su paso,
mares,
abismos,
montañas
y tú tras mi puerta no te atreves pasar?.
Creo que ya no te amo,
mi deseo se fue tras la ventana abierta,
soy libre
no más sentimientos deseados,
no más besos esperados,
no más silencios compartidos.
El cielo se abrió para mí,
soy libre al fin.
Todo se acabó mi amado
tras una puerta.

                                                 “Me encontrarás un día
                                                  seré pasión en polvo de cenizas
                                                  tendrás que armarme
                                                  con tus besos tan esperados”

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