Alma
desgarrada,
el
dolor,
el
sufrimiento,
el
no ser querida,
mi
alma se desgarró en mil pedazos,
cuyo
filo me dejaban marcada en la piel,
desgarro
de tristeza.
Mis
naves desgarre sobre la playa
y
así te di la cifra de mi nombre,
para
que tú lo guardaras en tu cofre de tesoros.
Mis
manos angustiándose en el aire por,
por
un largo alumbrar del movimiento,
buscándote
, pero también sufriendo por no encontrarte.
desnuda
esta mi carne y sin hartura,
porque
ahora mi alma no quiero sufrir más,
porque
esta desgarrada y rota,
en
pequeños vidrios acrisolados,
que
se me clavan en el corazón.
Alma
desgarrada,
recorre
mis sentidos sin orillas
y
a pesar del desgarro de mi cuerpo
y
de mi alma, un viento puro con la estirpe de mis cantos,
me
levante y la sangre convoca su apetencia.
No
te quiero cerca de mí, no, no,
lejos
bien lejos para que yo encuentre el verdadero y
único
amor, que se está acercando a mí,
buscándome
para amarme y hacerme feliz.
Tú
no puede arribar ni un centímetro hacia a mí,
porque
hay un toro que me defiende,
en
la noche para que yo duerma en paz.
Alma
desgarrada,
Me
digo a mi misma: ¡sigue!
no
te canses mujer poeta.
Sueña
tus versos y busca la felicidad en otro amor.
¡No
sufras más!
¿Qué
me importa no ver la raíz del alma desgarrada,
si
ya se abre la rosa en el rosal y todo cambiara?
Cuando
un rumor ambiguo y exigente,
se
me estanca en las venas y mi voz se reseca,
como
un erial de cuero,
acudo
al numen de mis silencio
y
le entrego el impulso circular que pudo ser un verso.
Necesito
la ayuda de los duendes y los invento como matrices,
singulares
insertando una pisca de sangre aquí,
una gota se sueño allá
y
hasta un temblor pluvial donde hace falta para evitar,
el
desgarro de mi alma.
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