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lunes, 14 de mayo de 2018

Alma desgarrada


Alma desgarrada,
el dolor,
el sufrimiento,
el no ser querida,
mi alma se desgarró en mil pedazos,
cuyo filo me dejaban marcada en la piel,
desgarro de tristeza.
Mis naves desgarre sobre la playa
y así te di la cifra de mi nombre,
para que tú lo guardaras en tu cofre de tesoros.
Mis manos angustiándose en el aire por,
por un largo alumbrar del movimiento,
buscándote , pero también sufriendo por no encontrarte.
desnuda esta mi carne y sin hartura,
porque ahora mi alma no quiero sufrir más,
porque esta desgarrada y rota,
en pequeños vidrios acrisolados,
que se me clavan en el corazón.

Alma desgarrada,
recorre mis sentidos sin orillas
y a pesar del desgarro de mi cuerpo
y de mi alma, un viento puro con la estirpe de mis cantos,
me levante y la sangre convoca su apetencia.
No te quiero cerca de mí, no, no,
lejos bien lejos para que yo encuentre el verdadero y
único amor, que se está acercando a mí,
buscándome para amarme y hacerme feliz.
Tú no puede arribar ni un centímetro hacia a mí,
porque hay un toro que me defiende,
en la noche para que yo duerma en paz.

Alma desgarrada,
Me digo a mi misma: ¡sigue!
no te canses mujer poeta.
Sueña tus versos y busca la felicidad en otro amor.
¡No sufras más!
¿Qué me importa no ver la raíz del alma desgarrada,
si ya se abre la rosa en el rosal y todo cambiara?
Cuando un rumor ambiguo y exigente,
se me estanca en las venas y mi voz se reseca,
como un erial de cuero,
acudo al numen de mis silencio
y le entrego el impulso circular que pudo ser un verso.
Necesito la ayuda de los duendes y los invento como matrices,
singulares insertando una pisca de sangre aquí,
 una gota se sueño allá
y hasta un temblor pluvial donde hace falta para evitar,
el desgarro de mi alma.

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