Perfume de amor,
si, es el aroma que llega de lejos
inundando mi alma con insospechadas
inquietudes.
Pasamos buscando el mundo donde nos
encontraremos
y ha sido allí, sí allí.
Nos hemos encontrado.
¿Cómo fue el encuentro?
¿fue con besos o llantos?
¿nos hallamos con las manos buscándonos a
tientas?
¿con los gritos clamando?.
¿Con el perfume de nuestra piel
buscándonos?.
¿Con besos que el vacío besaban?.
Fue un choque de combate de amor,
de embates de brazos entrelazados,
que terminó en prodigioso pacto de amarnos
por siempre
de tu ser con mi ser enteros.
Y así el canto de la aurora se
hace más denso,
cuanto más aclara.
Nuestro amor, en ardorosas noches fue
tiempo divino
que llegó a hacer tiempo poco a poco,
mañana tras su aurora,
mediodía camino de su víspera,
estío que inició el otoño,
primavera sumada al invierno.
Perfume de amor impregnado en nuestros
cuerpos
que entre flores encarnadas florecen en
nuestras bocas.
mis deseos me acucian con tu pasión de
viento.
Cuando mis ojos gritan tu nombre
te siento venir a mi, despacio
con anhelosa paciencia
a encontrarte entre mis brazos
Y tu piel como nave humedecida
me sacude,
me estremece
me desdobla,
y me eleva a cimas altas y flotantes.
Perfume de ti que nace de ti y de mi
de nuestros abrazos y besos.
No me dejes nunca
no puedo vivir sin ti,
estarás siempre en mis noches
y en mis mejores amaneceres.
“Eres mi camino
allá voy con mis deseos
a saborear la paz
serena
de nuestro amor”
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